La delimitación de la zona de gran afluencia turística (ZGAT) trae de cabeza a comerciantes, sindicatos y Concello. Tras meses de negociación todavía no se han puesto de acuerdo. El lunes el ente municipal presentará una nueva propuesta a todos los actores implicados a la espera de hallar el deseado consenso: el barrio del Cura y el centro comercial A Laxe serán eliminados de esta área por lo que su horario comercial no variará.

El pasado viernes Concello y sindicatos se reunieron para volver a discutir este asunto después de que el propio alcalde, Abel Caballero, reconociera que el Gobierno le estaba "dando vueltas" a la propuesta tras las muestras de disconformidad en el sector. "Si hay que hacer algún pequeño matiz pues se le hace, siempre estamos dialogando", aseveró. Mientras las tres centrales sindicales -CC. OO. UGT y CIG- abogan por acotar el área al perímetro interior del Casco Vello, el Ayuntamiento quiere que englobe también el ensanche y el casco vello de Bouzas. En la reunión mantenida el viernes aceptaron retirar del plano el centro comercial A Laxe y el barrio del Cura, dos de los puntos más criticados. En el caso de la gran superficie, los comerciantes contrarios a su inclusión señalan que ni es de interés turístico ni podrían competir con sus horarios de apertura. Del barrio del Cura esgrimen que se trata de un lugar "ruinoso" al que los turistas nunca acuden. El Partido Popular llegó a acusar al Concello de querer dar "un pelotazo" urbanísco en este espacio sin desarrollar. Ahora su portavoz, Elena Muñoz, asegura "celebrar" la disposición dialogante del Gobierno. "Nos felicitamos de que Caballero haya sabido ver la incoherencia de la proposición que querían imponer al sector comercial vigués", señaló.

Aunque la nueva proposición institucional no coincide con lo reclamado por los sindicatos ni con los comerciantes, sí es un avance en las negociaciones y será expuesta el próximo lunes. Fuentes municipales señalan que es la que irá a pleno el lunes 30 para ser votada.

El sector de los asociaciones, que ya había aceptado la anterior zona, afirma que también apoyará esta y que están dispuestos a negociar la disminución de la zona del ensanche. Sin embargo, los que se oponen a la propuesta afirman que, aunque la estudiarán, les parece que se puede acotar todavía más ya que calles como Rosalía de Castro no son frecuentadas por los turistas.

Indican además que la liberalización horaria se debería ceñir a los periodos del año en la que se reciben visitantes: Vigo concentra las pernoctaciones en julio y agosto.

Los comerciantes temen que la inclusión de zonas como el ensanche, donde según indican existen locales vacíos de más de 300 metros cuadrados, puedan incentivar la explotación urbanística y que se creen grandes superficies con las que el pequeño comercio no puede competir.

El lunes 30 tiene que ser aprobada en el pleno la ZAGA para que sea remitida a la Xunta, quien decidirá si la acepta o no. Si la propuesta se rechaza, la ley se aplicará a toda la ciudad, con el consiguiente perjuicio para los pequeños negocios. Elena Muñoz estimó ayer que durante las pasadas semanas se ha perdido "un tiempo precioso, modificándose sin aviso y sin consenso una propuesta inicial con la que estaba de acuerdo todo el mundo" y añadió que espera que "Vigo no tenga que lamentar todo esto".