Los tres principales sindicatos, CC. OO., UGT y CIG, se oponen "radicalmente" a la propuesta presentada por el Concello para delimitar un área de libre horario comercial. En su lugar abogan por acotarlo lo máximo posible al Casco Vello y anuncian movilizaciones en caso de que el Gobierno municipal mantenga su postura ya que creen que no responde al "interés turístico" que exige la ley.

Los sindicatos aseguran que "desde la primera reunión con el concejal Ángel Rivas" le plantearon su contrariedad por ser una zona demasiado amplia, algo "inaudito", califican. El Concello quiere incluir en esta área el Casco Vello, el barrio del Cura, y la zona del ensanche. Sobre esta opción presentaron un texto negativo a la propuesta "en dos ocasiones", de ahí que no entiendan porqué el Concello asegura que cuenta con su apoyo y que no han recibido ningún documento en contra. Además, indican que mientras el concejal les trasladaba que tenían el beneplácito de los pequeños comerciantes, estos mismos les mostraron sus discrepancias. "No había tal consenso", aseveran.

El portavoz del Concello, Carlos López Font, volvió a ratificar ayer que hay "acuerdo prácticamente total" para delimitar las zonas y ha aseverado que cuenta con el apoyo "por escrito" de 16 asociaciones de comerciantes.

La ley exige que al haber superado las 600.000 pernoctaciones turísticas el año pasado y tener más de 100.000 habitantes se delimite una "zona de gran afluencia" que cuente con un horario comercial liberalizado. Esta norma se aplicará durante cinco años, aún cuando en ese periodo no se vuelva a superar las pernoctaciones establecidas.

En la práctica el Casco Vello ya tiene libertad de apertura porque por ley los comercios de menos de 300 metros cuadrados pueden decidir su horario. Por este motivo la propuesta de las tres centrales sindicales es acotarlo al perímetro interior del Casco Vello: calle Cánovas del Castillo, Carral, Porta do Sol, Elduaney, San Xulián, Perigos, Anguía y Real. Dejarían fuera además A Laxe, centro comercial que sí incluye el ente municipal, al entender que está en zona portuaria y que no tiene interés para los turistas.

En cuanto a la declaración de Bouzas no se oponen porque esta zona tampoco tiene comercios de más de 300 metros cuadrados. "Lo que nos preocupa ese el pequeño comercio", subrayan los sindicatos, quienes recuerdan que estos negocios no podrían competir con las grandes superficies si el horario se liberaliza. Recuerdan que el sector es, junto a hostelería, el que presenta una mayor precarización laboral y esta normativa no haría más que incrementarlo. "Además el empleo es principalmente de mujeres, con la consecuencia que esta medida tendría en la necesaria conciliación personal", apuntan.