Abanca continúa buscando alternativas para poder terminar la reforma del emblemático edificio del Teatro Fraga que fue iniciada en 2008 por Caixa Galicia y que se paralizó tras la fusión de las cajas gallegas. Entre ellas está la de convocar un concurso de ideas para que el proyecto de rehabilitación salga de su letargo y el inmueble pueda volver a abrirse, según admitió ayer el vicepresidente de la entidad financiera, Juan Carlos Escotet, durante un almuerzo informativo con socios del Círculo de Empresarios de Galicia,. Según sus estimaciones, y que hizo públicas durante el citado acto, terminar la obra para dejar el edificio a punto requeriría de una inversión aproximada de siete millones de euros.

Juan Carlos Escotet descarta, sin embargo, que el edificio se convierta en un nuevo auditorio, que fue precisamente el uso principal que se proyecto en la reforma del Teatro Fraga. El vicepresidente de Abanca considera, según transmitió ayer a los empresarios, que hay ya muchos auditorios y que no tendría sentido crear otro. Entre ellos, además del Mar de Vigo, está, a muy pocos metros, el García Barbón, también propiedad de Abanca.

El dirigente del banco no solo manifestó la posibilidad de que se presenten ideas desde diferentes sectores para proponer usos al Teatro Fraga y poder reabrir el edificio, sino también trasladó su disposición a que el gobierno local (el alcalde, Abel Caballero, participó también en el acto) aporte sus propias ideas.

La reforma del Teatro Fraga arrancó en 2008 con una inversión de 25 millones de euros. El proyecto, diseñado por César Portela, incluía la creación de un auditorio con 1.200 localidades, una gran biblioteca que se ubicaría en el espacio que ocupaba la antigua sala Nova Olimpia y una cafetería. También se contemplaba la creación del Centro On, un espacio destinado a las nuevas tecnologías, además de varias aulas de formación. La fusión de Caixa Galicia con Caixanova paralizó los trabajos cuando estaban ya casi terminados.

La entidad financiera llegó a poner a la venta el Teatro Fraga en el año 2012, pero su intento de venderlo no tuvo éxito. Éste es uno de los motivos por el que Abanca está ahora buscando nuevas alternativas como el citado concurso de ideas.