Los padres vigueses suspende a la hora de transportar seguros a sus hijos en el coche. Pese a las incesantes campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT) y de la propia Policía Local de Vigo, que lleva años impartiendo clases sobre los Sistemas de Retención Infantil (SRI) a cientos de progenitores en colegios y centros de salud, a la hora de la verdad, prisas y descuidos se imponen al subir al turismo con un menor. Y es que los resultados de la última campaña desarrollada por los agentes locales son demoledores: ocho de cada diez inspecciones fueron catalogadas como desfavorables. Es decir, el infante no viajaba lo suficientemente seguro como para evitar un daño grave o, en el peor de los casos, su fallecimiento en caso de accidente. "Es un índice muy elevado", admiten desde el departamento de Educación Vial.

En el último control al que se refieren estas estadísticas se inspeccionaron más de 80 coches al azar en el entorno de 13 escuelas infantiles de Vigo. Las anomalías no varían respecto estudios anteriores, pero sí el número de inspecciones desfavorables. Hace un lustro, por ejemplo, se situaban solo en el 50%. La gran asignatura pendiente de los padres vigueses continúan siendo los arneses de sujeción. Y es que gastarse el dinero en la mejor silla del mercado y anclarla perfectamente al coche con el sistema Isofix de nada vale si el bebé lleva el cinto flojo. Sería lo mismo que si un adulto se compra el coche más seguro del mercado, pero no utilizara el cinturón de seguridad. Pues esto es lo que ocurre en la mayoría de ocasiones con los niños. Casi el 60% de las irregularidades detectadas por los agentes son por que viajan con los arneses de sujeción muy flojos.

"Detectamos que cuando se sienta a los niños y cuando los desabrochan, la mayor parte de los adultos no aprietan o aflojan el arnés de sujeción y lo dejan siempre en la misma posición", anotan los policías. La principal excusa que ponen los padres -agregan- es que sus hijos habían llevado ropa más gruesa el día anterior, motivo por el que el arnés va holgado en ese momento. "Llevar un arnés flojo o con holgura supone que en una frenada brusca o colisión fronto-lateral el niño que viaja en el sentido de la marcha se separará de la silla, rotará y podrá llegar a golpear bruscamente contra el sillón delantero o el salpicadero, pudiendo provocar lesiones muy graves, incluyendo su fallecimiento", advierten los agentes.

En menor medida, aunque no por ello igual de importante, se sitúan los fallos por llevar la silla mal anclada o atada con los cinturones de seguridad (15%) o estar utilizando el Sistema de Retención Infantil adecuado a la edad y peso del menor (14%).