Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los comerciantes rechazan la zona de libre horario propuesta por el Concello

El sector asegura que no tiene en cuenta ni sus intereses ni la realidad turística de la ciudad - Advierten de que si no se llega a un consenso la ley se aplicará a toda la urbe

Dos planes enfrentados | El Concello propone que los comercios puedan abrir hasta las diez de la noche todos los días del año. La zona escogida va desde el barrio del Cura, incluido, hasta la calle Oporto. Quedaría limitada por la calle García Barbón, Policarpo Sanz, Puerta del Sol y Paseo de Alfonso. Incluyen además un área para Bouzas. Los comerciantes querían inicialmente que el horario se limitase a los meses de verano, los días que lleguen cruceros y festivos. Llegaron a barajar que en el Casco Vello pudiera ser todo el año, pero no están de acuerdo con que se incluya el barrio del Cura y se excluya Gran Vía o Urzáiz, para las que propusieron libre horario solo en días de máxima afluencia turística.

Los comerciantes de Vigo tienen poco más de un mes para delimitar una zona de libre horario comercial. El Concello ha presentado una propuesta que dista mucho de los primeros acuerdos alcanzados entre las asociaciones de comerciantes. Los negocios denuncian la "imposición" del Gobierno municipal de un zona turística de gran afluencia que no se corresponde con la realidad, sino con intereses de explotación urbanística y que sufre el peligro de ser rechaza por la Xunta, por lo que el resultado sería el mismo que si no se llega a un consenso: toda la ciudad gozaría de horario libre.

Tras superar las 600.000 pernoctaciones en 2015, Vigo tiene la obligación legal de fijar una zona de libertad horaria o aplicarla a toda la urbe. El próximo día 30 esta área debe votarse en el pleno del Ayuntamiento para que sea remitida después a la Xunta, de ahí que el sector lleve dos meses de intensas negociaciones. Sin embargo, no ha visto reflejadas sus propuestas en la del Concello. Su idea inicial era limitar la zona lo máximo posible para evitar que los negocios de menor entidad se asfixiaran frente a las grandes superficies, que pueden asumir horarios más amplios. Acotar la zona al Casco Vello, A Laxe y quizás parte del ensanche fue la primera opción. Su preferencia era que solo se abriera durante los meses de verano -junio, julio y agosto- y en ocasiones puntuales, como los días en los que llega un crucero o la jornada de inauguración del alumbrado navideño. Pero las negociaciones se complicaron y accedieron a que esta zona abriese hasta las diez de la noche todo el año.

Además, ampliaban una segunda zona que abriría solo en casos excepcionales para dar servicio a cruceristas y otros turistas. Discurría por la calle Príncipe, parte de Urzáiz y Gran Vía, llegando también hasta Ronda de Don Bosco.

La propuesta del Concello obvia estas calles y quiere libertad horaria todo el año en un tramo que abarca desde el barrio del Cura incluido hasta la calle Oporto, sumando la calle de Rosalía de Castro y García Barbón. Algunas asociaciones llegaron a aceptar que se incluyeran estas zonas, pero pidiendo que su apertura fuese de manera temporal. Hablan por tanto de una "imposición total" del Concello que no se corresponde con la realidad turística ya que, por un lado, incluyen zonas de poca afluencia y, por otro, como refleja el Instituto Nacional de Estadística, el grueso de los visitantes se condensa en el mes de julio y agosto.

Afirman que la proposición solo ha recibido el apoyo de pequeñas organizaciones de nueva creación y otras que representan mayoritariamente a hosteleros, sector al que no le afecta la normativa, ya que solo se refiere al comercio.

Reclaman que esta propuesta no siga adelante ya que sin el consenso de las asociaciones la Xunta, quien tiene la última palabra, puede rechazarla, lo que provocaría que la ley se aplicase a toda al ciudad. Además de por falta de acuerdo, el Gobierno autonómico o los tribunales también puede dar su negativa si entienden que se manipula el espíritu de la norma al no aplicarse en áreas turísticas, como ya le pasó a Sevilla el pasado mes de abril.

Bouzas y la gran afluencia

El Concello ha incluido también la zona de Bouzas como área de gran afluencia turísticas. Aunque cuentan con el apoyo de los negocios de la zona, otros comerciantes denuncian la repercusión negativa que puede tener para el barrio ya que la libertad horaria es contraproducente para el pequeño comercio. Ven "un sinsentido" que esta parte de la ciudad entre dentro de la normativa ya que apenas tiene hoteles ni es visitada por los turistas.

Compartir el artículo

stats