La remodelación de Tribuna en el estadio de Balaídos encara desde esta semana una fase clave en la que la empresa adjudicataria, Copasa, pisará el acelerador a fondo. Tras el último partido del Celta en casa, el domingo pasado frente al Málaga, arrancaron de inmediato los trabajos para sustituir la cubierta de la grada, operación que debe realizarse sin que en ningún momento haya público en el coliseo, por lo que es imprescindible acometerla íntegramente entre este mes y septiembre. Para el comienzo de la próxima temporada tiene que estar instalado el nuevo techo de láminas de aluminio y concluida la reforma en todos los espacios de acceso público.

Dos grúas han sido instaladas en el exterior de Tribuna para bajar todos los elementos sobre la actual cubierta, formada por 22 grandes piezas de hormigón. "Se están retirando los focos, todo el cableado y las diferentes capas de impermeabilización", comenta el arquitecto Pedro de la Puente, autor del diseño del nuevo Balaídos y director de obra. El día 21 llegará una grúa de mayores dimensiones y capacidad para retirar los gigantescos bloques de 85 toneladas que ahora protegen al público.

El perímetro de la obra se ampliará, abarcando también la explanada de parking de Tribuna. Allí se montará a pie de estadio la malla que sujetará la nueva cubierta, que será instalada inmediatamente después de retirar la actual. Toda la operación debe realizarse a contrarreloj, ya que está condicionada por el calendario liguero.

Las obras de reforma arrancaron en enero y hasta ahora se desarrollaron en puntos que no afectaban a la operatividad del estadio con público. Así, fueron derribados los locales de la planta baja y se realizaron demoliciones interiores, además de colocarse redes de servicios básicos. Debajo de Preferencia está tabicado el espacio. Allí pasarán a estar los vestuarios de los jugadores, la sala de prensa y la zona mixta. Esta semana empezó también el derribo de los palcos.