El equipo que empleó Alexis Macía aportará importantes claves sobre el fallecimiento de este conocido buceador vigués de 44 años que desapareció el pasado sábado durante una inmersión en el pecio del Mar de Marín y cuyo cuerpo fue recuperado al día siguiente junto a la proa del pesquero hundido hace dos años en la bocana sur de la Ría de Vigo. El informe preliminar de la autopsia al cadáver ha determinado "muerte por ahogamiento", pero sin revelar qué fue lo que produjo la entrada de agua en sus pulmones. Para obtener resultados así de concluyentes habrá que esperar al dictamen necrópsico definitivo, que aún podría tardar hasta tres meses. El Juzgado de Instrucción 3 de Vigo, de guardia cuando ocurrió el trágico siniestro, fue el que se hizo cargo del caso. Pero igual de reveladores que la autopsia podrían ser los datos contenidos en la caja negra del rebreather, el sistema de reciclador de gases que usó Alexis en su último y fatal descenso y que ya está en manos de expertos catalanes.
La Guardia Civil envió la caja estanca de ese equipamiento a Cataluña este mismo lunes. La descarga de su contenido en un ordenador se hace por medio de un software específico. Si no surgen complicaciones, en principio debería aportar el perfil completo de la inmersión de Alexis. Entre los más importantes, la mezcla de gases, los tiempos en el fondo y de parada en el ascenso - tanto los programados como los desarrollados finalmente- y del nivel de carga de las baterías.
Mientras en el buceo convencional con botellas de aire, el practicado por la mayoría de los aficionados, al expirar se expulsa por la segunda etapa del regulador buena parte del gas que se inspira, con los rebreathers regresan los gases expirados al sistema donde son aprovechados de nuevo. "Dicho de otra forma, lo que el buceo convencional expulsa al exterior, los rebreather lo devuelven al sistema tratándolo con cal sodada para la absorción del CO2 y añadiéndole posteriormente el oxígeno consumido por los pulmones", explican buzos profesionales consultados por este periódico.
"Dependiendo del tipo de rebreather, estos efectúan un tratamiento distinto para la regeneración de la mezcla a respirar", añaden. Por esta razón avisan de que "cualquier error en la programación de la mezcla puede tener efectos fatales", como por ejemplo, muerte por hipercapnia, una excesiva concentración de dióxido de carbono en el torrente sanguíneo.
Varios buceos en el mismo pecio
Esta modalidad de buceo técnico permite un tiempo más prolongado en el fondo. También elimina la expulsión de burbujas y el ruido, ventajas muy apreciadas por fotógrafos submarinos. Para practicarlo requiere de una formación y planificación muy rigurosas, dos cualidades que, de forma unánime entre quienes lo conocían o bucearon alguna vez con él, caracterizaban a Alexis Macía. Además de contar con una amplia experiencia, entre sus otras muchas titulaciones figuraba la de instructor de rebreather. Tampoco era la primera vez que buceaba en el pecio del pesquero, sumergido a 52 metros de profundidad, sobre un fondo arenoso.
Por esta razón, sin descartar del todo que pudiera haber sufrido alguna clase de indisposición, sus conocidos se decantan, al igual que indicaron a este periódico integrante del dispositivo que participó en la búsqueda de su cuerpo, porque la causa de su fallecimiento pudiera estar en algún "tipo de fallo, como mecánico o de programación". De ahí que conforme pasan los días vaya creciendo el interés por conocer los resultados del análisis del equipo en Cataluña.
En paralelo a la investigación de la Guardia Civil, se espera otra por parte de Capitanía Marítima de Vigo.