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Cuando la literatura y el saber sí ocupan lugar

Los clubes de lectura se han hecho un hueco en la ciudad donde conviven once círculos para todas las edades, géneros e idiomas

El club VM17, última incorporación | Aterrizó en el aula de coworking de Velázquez Moreno hace menos de un mes con diez miembros. El cielo de Lima estrenó sus charlas . Su toque singular reside en combinar buena lectura con un café.

Reza el refrán que el saber no ocupa lugar, sin embargo la lectura sí se ha hecho un hueco en la sociedad olívica. "Lo que engancha de los clubes literarios es encontrar a gente con tus mismos gustos narrativos y que puedan hablar de ello como lo hacemos normalmente con las películas, las series o la música", relataba Laura Pérez, coordinadora del último club de lectura abierto en la urbe. Librerías, bibliotecas, cafeterías o salas de arte, todos son buenos emplazamientos para dar rienda suelta al misterio, romanticismo, drama u otras sensaciones que esconden las tapas de los libros. Al igual que muchos quedan embaucados por su olor, las historias que se recogen en las páginas despiertan cada vez más interés entre los vigueses.

Actualmente en la ciudad olívica se desarrollan un total de once clubes de lectura. Géneros, contenidos, charlas e idiomas para todos los gustos. "Cuando yo empecé con Gabo estábamos solo dos clubes en Vigo y ahora ya somos once. Está claro que la buena literatura tiene tirón", afirma Carlos Ponce, coordinador de este encuentro. Más de un centenar de vigueses devoralibros acuden cada semana o mes a estos coloquios para dar rienda suelta a su pasión lectora.

Las preferencias de estos clubes no son los best seller ni obras clásicas, sino que la mayoría opta por títulos de autores consagrados pero no tan reconocidos a nivel mundial. "Buscamos novelas de gran calidad, con historias auténticas y que despierten algo en el lector. Nuestro primer ejemplar es El cielo de Lima, de Juan Gómez Bárcena; seguro que la gente lo disfrutó muchísimo", comenta Laura Pérez, quien organiza desde hace un mes este club en el aula de coworking de la calle Velázquez Moreno, 17.

Obras de temática actual

La novela contemporánea es el gancho que emplean estos grupos para atraer al mayor número de personas a sus salas. "Las primeras semanas éramos muy pocos y los que venían solo conocían obras populares o de renombre, pero cada vez más se interesan por obras desconocidas que les atrapan mucho más que las popularmente conocidas. Hoy somos diez fijos a los que se suma gente nueva u otros que repiten de vez en cuando", explica Ponce.

"Apuesto por autores que empiezan a despuntar por su increíble calidad como Xosé Miranda; pero tampoco me olvido de Los pazos de Ulloa de Pardo Bazán o alguno de Javier Marías. Cualquier amante de la lectura debe conocerlos", comenta la responsable del club de lectura de castellano y gallego de la Biblioteca Juan Compañel, Natalia Fernández.

A petición de sus clientes, Jose Javier puso en marcha el club de lectura de la librería Rayuela. "Eran muchos los que me pedían asesoramiento: '"Me gusta este libro, ¿me recomiendas alguno similar?". Y visto que aquí tienen mucho tirón, me animé a formar uno y la gente me ha correspondido", confiesa el dueño de esta librería.

Cuatro lenguas diferentes

Si bien son reuniones distendidas a las que se acude más por hobbie que por otro motivo, también puede ser una interesante forma de mejorar o mantener el nivel de un idioma. La biblioteca Juan Compañel, UNED, Alianza Francesa y el Instituto Camoes organizan charlas sobre libros en inglés, francés, portugués o gallego. "Aunque no es excluyente, tener un nivel intermedio o avanzado es importante. No solo los libros que leemos son en inglés, sino que las propias charlas y coloquios también son en esta lengua", matiza Cristina Rodríguez, encargada de dirigir el club de lectura de la UNED.

En su caso y como excepción que cumple la regla, emplean clásicos de la literatura anglosajona; el último, Orgullo y Prejuicio (Pride and Prejudice) de Jean Austin. "No somos un club convencional. Además de leer obras también analizamos su contexto social y lo extrapolamos a la realidad del momento. Un libro nos dura varias sesiones porque lo leemos por capítulos. En la última charla abarcamos la amistad femenina, el papel de la mujer en la época e hicimos hueco para una crítica literaria", afirma Cristina Rodríguez.

Desde las aulas de la Alianza Francesa también se sobrepasan las páginas de los libros profundizando en el contexto de la historia trasladándola a la realidad. "Nos decantamos por títulos que cuenten historias de actualidad para poder comparar una misma situación en países o épocas distintas, como violencia machista o cualquier otra semejante", revela Cathy Castel, quien junto a su compañera Dominique, se leen cinco o seis libros antes de decidir cuál recomendar.

Desde jóvenes de 21 años hasta mayores de 70. Ni hay límite de edad ni de ganas de aprender. "El libro por el que vayamos a apostar determina cien por cien el público que acude. Si es romántico, más mujeres mayores; si es de fantasía, contaríamos con un público masculino más joven. No se puede decir que tengamos un perfil concreto", relata Cristina Rodríguez. Los peques también tiene su espacio en la Juan Compañel, que organiza para ellos un club de lectura infantil.

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