De todas las reuniones convocadas por el presidente de la Autoridad Portuaria desde que se conoció la decisión de Maersk de trasladar su base operativa a Marín falta por celebrar una que a la vista de los acontecimientos de estos últimos días se presenta como una de las más importantes. Enrique López Veiga adelantó ayer que la próxima semana citará a las empresas que conforman la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep), señalada en la respuesta de Puertos del Estado al Puerto de Vigo como una de las responsables de los elevados costes que perjudican la competitividad de la terminal olívica.

Con una plantilla de 119 trabajadores, el accionariado de la Sagep se reparte entre las filiales estibadoras de importantes empresas logísticas y navieras como Kaleido (antigua Vasco Gallega) o Termavi (Grupo Davila); Suardiaz y Bergé Marítima; y por último, Pérez Torres Marítima, la misma empresa concesionaria de la terminal de Marín que ganó las operaciones de Maersk.

Con esta reunión, Veiga pretende ahondar en los motivos por los que la estiba en Vigo opera con tarifas más caras que la Sagep de Marín, cuando en teoría ambas se rigen por las mismas normas de Puertos del Estado. El presidente de este organismo, José Llorca, indicó una de las posibles razones de esta diferencia de precios al afirmar que en Marín, las empresas de su Sagep -entre las que curiosamente, también figura Termavi- "supieron negociar acuerdos" con la plantilla (12 estibadores) que permitieron "acotarla, rebajar los salarios y hacerla más flexible".

"Solo yo debo dar la cara"

En paralelo, López Veiga volvió a reiterar ayer que en el conflicto surgido entre el Puerto de Vigo y Puertos del Estado a nadie por encima de él le corresponde pronunciarse o asumir responsabilidades. "Soy yo el que tiene que dar la cara. Aquí pueden pasar dos cosas. Que goce o no de la confianza de quien me ha nombrado. Y de momento, cuento con la confianza del presidente Feijóo", resaltó en declaraciones a Radio Vigo. En línea con lo declarado el día anterior a este periódico, en el sentido de que presentará una "contraargumentación" a la negativa de Puertos a estudiar si Marín compite en condiciones desiguales con Vigo, aseguró que "si yo estuviera en su lugar [en el de Llorca] elevaría el caso a la Comisión Nacional de la Competencia y no lo quiere hacer. Él sabrá por qué".