La tecnología geoespacial tiene aplicaciones en el ámbito de la salud, la gestión de infraestructuras o el control medioambiental. Los coordinadores del máster en Geoinformática, único en todo el noroeste peninsular, buscan visibilizar este campo entre universitarios y empresas, así como público en general. Parsons participó como invitado junto a dos expertos de Deimos Space y Deimos Imaging, que utilizan satélites de observación terrestre.

-¿Cuánta gente trabaja en el área de cartografía de Google?

-No puedo decirlo, pero mucha gente (sonríe).

-Usted visita universidades de todo el mundo para ofrecer conferencias, ¿es una buena forma de captar trabajadores?

-Muy a menudo. Google siempre está buscando nuevas ideas y colaboraciones con gente dispuesta a asumir retos. Nos gustan los estudiantes que tienen una visión disruptiva de las cosas y que piensan en cambiarlas y hacerlas de manera diferente a lo establecido. Ésta es la fórmula para ser punteros.

-Una de las áreas de futuro en la que serán imprescindibles los mapas digitales son los coches sin conductor.

-De momento es un experimento entre muchos otros que tiene Google, pero poco a poco los coches irán consiguiendo una mayor autonomía. A pesar de que la gente ya conduce bastante bien, los coches autónomos pueden ser útiles para que personas mayores o con diferentes discapacidades puedan acceder al transporte. Por ejemplo, una persona de 85 años y problemas de visibilidad.