Viviana García cogió el timón del Real Club Náutico en 2012. El club estaba a la deriva. Su deuda superaba los 5 millones y tenía unas pérdidas anuales de más de 800.000 euros. Las bajas de socios se contaban por cientos cada mes y uno de sus motores, el puerto deportivo, quedó prácticamente vacío. En tres años y medio -asegura- han logrado revertir la tendencia. Ahorro, renegociación constante de la deuda con proveedores o una baja salarial del 30% fueron algunas de las recetas. Evitaron el concurso de acreedores, pero todavía queda mucho camino por delante. García, sin embargo, dice basta y no se presentará a la reelección. "Estamos cansados. Fueron años agotadores, pero muy positivos. El club tiene ahora fuelle de sobra para salir adelante", asegura.
-Adelantan las elecciones de noviembre a junio. ¿Por qué?
-Queremos que quien se presente conozca bien la situación. Darles tiempo y no llegar en noviembre como nos ocurrió a nosotros. No es de recibo llegar a fin de año y aprobar unos balances y tener unos presupuestos que no conoces.
-Asegura que han revertido la tendencia, pero sin embargo no se presentará a la reelección. ¿Por qué?
-Agotamiento. Han sido años no duros, sino muy, muy duros. Tenemos nuestros trabajos y nos consume mucho tiempo. Hace falta savia nueva.
-¿Siente que ha fracasado o teme que el hecho de que no continúe se vea así?
-En absoluto. Si el club hubiera estado bien jamás me hubiera presentado. Quizás cuatro años parezcan pocos, pero conforme hemos venido peleando, han sido de muchísimo trabajo.
-¿Qué se encontraron cuando llegaron y qué legado dejan a la nueva directiva?
-Al día siguiente de llegar nos cortaban la luz. Había trabajadores sin pagar y proveedores muy enfadados. La deuda superaba los cinco millones y se perdían 850.000 euros anuales. Cada mes se daban de baja más de cien socios. El náutico estaba a las puertas de la quiebra y conseguimos evitarlo. Ahora es un club viable.
-Pero la deuda sigue siendo muy elevada (más de 3,5 millones) y la masa social no crece (hay 5.042). No se puede hablar todavía de un club saneado...
-Evidentemente que la deuda sigue ahí, estamos tensos, no nos vamos a engañar. Pero para este año se prevé la vuelta a beneficios (estiman un superávit de 100.000 euros). Se ha frenado la sangría de socios gracias principalmente ha que pudimos eliminar la acción obligatoria, que fue clave para el futuro del club. Y hemos llegado a acuerdos con los proveedores para aplazar la deuda y a los que estamos muy agradecidos. Y seguimos negociando con el banco, con el que queremos dejar cerrado el acuerdo en los próximos días.
-¿Está todavía presente el fantasma del concurso?
-No, y si se sigue el camino que hemos hecho no se debería entrar. Pero no se debe dejar de negociar. Hay que adelantarse a los reveses.
-Habla de agotamiento, días muy duros y, aunque reconoce un cambio de rumbo, la situación sigue siendo delicada. ¿Teme que nadie presente su candidatura ante este panorama?
-Espero que no. No solo nosotros somos valientes [risas]. Sé que en el club hay personas muy válidas con ideas nuevas que puedan desatascar lo que nosotros no conseguimos. No los vamos a dejar solos.
-¿Qué espinas le han quedado clavadas?
-El parking del puerto deportivo. Necesitamos 50 plazas a pie de muelle, no pedimos más. Fue uno de los grandes errores de la anterior directiva, al igual que triplicar los precios de los amarres. Si nos pusieran los precios en la lámina de agua de las dos marinas que tenemos cerca y nos dieran un parking que otros tienen, entonces pagaríamos y cumpliríamos muy rápido.
-Ambas reclamaciones competen a la Autoridad Portuaria. ¿No se han sentido apoyados?
-No como quisiéramos. Creo que no entienden cuál es la situación del club. No somos una sociedad que le interese lucrarse, sino que revierte en la ciudad. Pero en este punto, o no nos han entendido o no hemos sabido transmitirles lo que necesitábamos. Quiero pensar que hemos sido nosotros y que se solucionará con savia nueva.
-¿En qué situación dejan el puerto deportivo?
-Va creciendo, aunque cuesta. Cuando llegamos, la dársena de As Avenidas estaba vacía y ahora no. Hay ya más de 170 amarres entre ambos muelles y cada semana estoy firmando una o dos altas.
-¿Qué consejo daría a los aspirantes a presidir el Náutico?
-Cabeza fría, eso es fundamental, y querer mucho al club. La parte humana es muy importante.
"La propuesta de unión con el Mercantil beneficiaba a los dos, pero no tuvimos respuesta"
- -¿En qué ha quedado su planteamiento de unir el Real Club Náutico y el Círculo Mercantil?-Hicimos una propuesta informal y abierta de colaboración que beneficiaba a ambos clubes, negociable y con la que ninguno perdía su identidad. Ellos podían habernos planteado otra cosa, pero no lo han hecho.-¿Qué les puso sobre la mesa?-Se les planteaba que sus socios entraran gratis a todas las instalaciones del Náutico y que el Mercantil aportara en torno a dos millones, que es la proporción que costaría su millar de socios durante cuatro o cinco años. De esta forma, los socios del Mercantil no pagarían la cuota durante ese tiempo que sí seguirían pagando los socios del Náutico. Tendrían una sede céntrica, compartiríamos sinergias y no perderían su identidad, ya que se cambiaría el nombre e incluso la directiva. Era algo abierto. Se les planteó también subarrendar parte de nuestra sede.-¿Cree que están condenados a entenderse para garantizar el futuro de ambas entidades?-No sé como está su economía, sé como está la mía. Pero en cualquier caso, cuando se llega a acuerdos se permite que todo el mundo subsista. Nos iría mejor si estuviéramos juntos con propuestas también de ellos, pero no las hemos recibido.
