La naviera Maersk se muestra preocupada por las dudas extendidas entre el tejido empresarial de la ciudad a que pueda operar en Marín todo el volumen de contenedores que mueve en la actualidad en el Puerto de Vigo, más de 60.000 unidades anuales. Por esta razón ha iniciado una ronda de contactos con sus clientes para asegurarles de que a partir de 18 de mayo, fecha oficial del traslado de sus tráficos a la terminal marinense, ésta funcionará con medios técnicos y administrativos "suficientes y ágiles" para ofrecer un servicio "de alto nivel a precios competitivos".
Empresas conocedoras de estos encuentros se preguntan cómo logrará la concesionaria de la terminal contenedora de Marín, Pérez Torres, corregir con tan poco margen de tiempo las limitaciones de su recinto, entre las que citan, además de la falta grúas pórtico y de otra maquinaria, el escaso número de bocas de su Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) -dos frente a las ocho de Vigo- y la reducida plantilla para las numerosas inspecciones vinculadas al despacho de los contenedores, con Aduanas, Sanidad Exterior o el Soivre (Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones Agrícolas al Extranjero).
Hasta ahora, el PIF de Marín opera solo por las mañanas y con funcionarios desplazados del puesto de Vigo, por lo que algunos clientes temen que sus contenedores acaben permaneciendo hasta semanas retenidos en la terminal a la espera de la documentación.
Desde algunas empresas portuarias viguesas interpretan la citada ronda de contactos como un intento de la naviera de "evitar una espantada de clientes" por su decisión de trasladarse a Marín. También les sorprende que Maersk envíe a sus empleados "a dar garantías de lo que no está en su mano". En este sentido se preguntan: "¿Cómo Marín puede agilizar su PIF así de repente, y en Vigo costó años y con ocho bocas incluso no damos abasto?"
La compañía se ratifica
De lo que nadie duda es que la compañía no rectificará su marcha de Vigo. Así en un comunicado remitido ayer "habida cuenta de la repercusión en prensa de la decisión de Maersk Line de iniciar operaciones regulares en el Puerto de Marín", justifica. No solo ratifica su intención de "empezar a operar regularmente en Marín", sino que reitera que esta decisión "se basa principalmente en los costos y factores operacionales previamente analizados, siguiendo un procedimiento estándar de la compañía, el cual está diseñado para asegurar el alto nivel de servicios que Maersk Line ofrece a los clientes en la región manteniendo un precio competitivo".
Respecto al sistema que empleó para elegir dónde ubicar su base en el sur de Galicia, la naviera asegura que antes de la decisión "se llevó a cabo un proceso exhaustivo, transparente de subasta con las compañías operadoras de ambos puertos, todo siguiendo criterios habituales de gestión y confidencialidad con respecto a terceras partes, habitual entre empresas privadas", concluye.
