La educación musical comenzaba a extenderse entre los jóvenes vigueses y la sociedad demandaba un centro que la impartiera de forma oficial. A pesar de que de ella se solía encargar el Estado, el Concello decidió cubrir esta demanda. Contó para ello con el pianista al que recurrían los mejores alumnos de la ciudad para recibir clases, Jesús Fernando Yepes de Cotte. Era 1956 y nacía el conservatorio superior de Vigo con este prestigioso músico como director. En el 60 aniversario de esta fecha, Alejo Amoedo, que también aprendió con él, ofreció ayer un concierto en homenaje a su figura que considera injustamente desconocida. Lo hizo interpretando obras de música de salón de diez compositores gallegos "muy valientes y también olvidados, como Yepes".
Fue la gira del Trío Corvino, que recaló en el café concierto Derby, la que le trajo a la ciudad. Formaba esta agrupación con el concertino de la Orquesta Sinfónica de Madrid, Abelardo Corvino, y el primer violoncello de la misma, Santos Gandía. Y fue el estallido de la Guerra Civil española el que propició que se quedase en ella. Durante el bloqueo de la movilidad en pleno conflicto bélico, el que era el primer premio de piano del Conservatorio de Madrid descubrió las oportunidades que le ofrecía Vigo. "Vio que había futuro porque los años 30 era la época de eclosión de la ciudad", señala Amoedo. Colaboró con la Sociedad Filarmónica de Vigo y se convirtió en el pianista que acompañaba a los solistas que esta asociación traía a la ciudad. "Era el referente del piano en Vigo", señala.
Junto con el concejal Manuel Dorda, fundó el conservatorio. Nacía con tres profesores -además de Yepes, la docente de solfeo Gloria Casais y el de violín y secretario del centro, Fernando García Carreira- con un par de aulas en Velázquez Moreno. Se mantuvo al frente del conservatorio hasta que se retiró, a mediados de los 70'.
Alejo, desde la visión del niño que recibía sus lecciones, lo recuerda como un profesor exigente y meticuloso, que "recordaba todo de todos sus alumnos". De carácter fuerte y "muy serio, pero afable". Le parece "un desastre" que no sea una figura conocida en la ciudad y entiende que se merece un reconocimiento por su contribución al progreso musical de Vigo.
Descendientes de Yepes asistieron ayer al homenaje que le rindió ayer el pianista y profesor del conservatorio en el Auditorio Martín Códax. Acompañadas por imágenes, interpretó piezas de música de salón de compositores gallegos del siglo XIX y primera mitad del XX. Entre ellos, los vigueses Manuel Martí y Teodosio Vesteiro, los coruñeses Marcial de Adalid y Andrés Gaos o el niño prodigio brigantino Pepito Arriola -José Rodríguez Carballeira-. La cita, enmarcada en el ciclo "De Piano II", forma parte del festival de la música y de las artes Nas Ondas, que organiza el Conservatorio Superior de Vigo.
