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El traslado de la base de operaciones del gigante danés

José Llorca: "Veiga se equivoca sobre Marín; Termavi y las empresas en la estiba de Vigo deben hacer autocrítica"

"Lo que pide el presidente del Puerto de Vigo que hagamos es justamente una práctica anticompetitiva", razona

El presidente de Puertos del Estado, José Llorca. // R. Grobas

Confiesa sentirse "disgustado" por la controversia surgida al conocerse la marcha de Maersk a Marín, y en especial, por la actitud mostrada por el presidente del Puerto de Vigo, a quien acusa de "tocar de oídas" y meterse en un "bucle tremendo". El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, avala la legalidad del funcionamiento de la terminal de Marín, critica que Enrique López Veiga busque en el vecino las causas de la falta de competitividad del puerto vigués y aconseja como solución que los empresarios accionistas de la sociedad de estiba -Sagep- alcancen acuerdos con los estibadores vigueses como los que consiguieron reducir los costes operacionales en Marín.

-¿Qué observa López Veiga para pedir a Puertos que vele para que ambos puertos, Vigo y Marín, compitan en igualdad de condiciones?

-Ni en lo referente a la situación de los rellenos ni en lo referente a supuestas prácticas anticompetitivas, Marín opera en una situación de ilegalidad. Si se refiere a la estiba, las autoridades portuarias, por tanto, la administración pública, está fuera de los acuerdos de los convenios colectivos locales que negocien las sociedades de estiba, Sagep, con los estibadores. Si tienen condiciones diferentes en Marín o Vigo es por cómo las han negociado. Por tanto, las condiciones de Marín a nivel salarial y flexibilidad son diferentes a las de Vigo porque el marco legal permite esos acuerdos entre empresas y trabajadores. En un puerto, Vigo, no se ha minimizado esas condiciones con el tiempo y en cambio en Marín esos acuerdos han hecho que la sociedad de estiba esté más acotada en cuanto a sus miembros, con unos salarios más bajos y una mayor flexibilidad. Por ejemplo, la ley no obliga a que los trabajos complementarios lo hagan los estibadores y en cambio por la negociación sindical y por la fuerza sindical en Vigo la desarrollan los estibadores.

-Da a entender como que el puerto de Vigo fuera una víctima de los acuerdos internos de las empresas que conforman la Sagep.

-Evidentemente. Es que unos empresarios han sido capaces en Marín de articular acuerdos entre sindicatos y trabajadores mucho más flexibles. Y hay otros ejemplos en España. En Las Palmas, la pérdida de tráficos por parte de MSC dio lugar a que el sindicato negociase unas condiciones más flexibles salariales, e incluso de otro tipo, para conservar los tráficos de esa naviera. Las compañías se mueven en el ámbito del mercado y los puertos son básicamente reguladores y administradores de suelo, pero son las empresas privadas las que compiten.

-¿En dónde se equivoca, a su juicio, el presidente del Puerto vigués?

-En todo. No puede decir por oídas, sin tener ningún conocimiento jurídico, que el Puerto de Marín es ilegal porque los rellenos son ilegales. Es de tal barbaridad... Y justamente lo dice cuando el Supremo estima un recurso de queja de la Abogacía del Estado señalando que no todos los rellenos del puerto de Marín están amparados por el Plan Especial y por tanto no todos deben ser demolidos, entre ellos, el que ocupa la terminal contenedora. Lo que no se puede es defender las cosas pervirtiendo la legalidad para hacer creer a los demás que hay situaciones que no se producen realmente.

-En su respuesta cita una reciente sentencia sobre el litigio planteado por Pérez Torres contra el Puerto de Vilagarcía para parar la terminal de contenedores construida allí por Boluda. ¿Dónde está el paralelismo con el caso de Vigo?

-Porque dice que si hubiera prácticas anticompetitivas no son en un puerto ni a instancias de un puerto sino que tiene que ser una terminal la que vete prácticas anticompetitivas en otra terminal. Y este es el ámbito legal que fijan los tribunales para estas cuestiones. Por tanto, si hubiera prácticas anticompetitivas no van nunca contra la Autoridad Portuaria ni sobre su responsabilidad patrimonial, que es lo que pretendía Pérez Torres, sino que lo que tiene que hacer es evaluar ante los tribunales de justicia o ante el de Defensa de la Competencia que una terminal opera de forma anticompetitiva respecto a otra o de falseamiento de la competencia. Por eso, lo que propone López Veiga es justamente una práctica anticompetitiva; es decir, no dejar que el mercado se mueve libre y en función de eficiencia, que es lo que dice la Constitución. A mi juicio, López Veiga se ha metido en un bucle tremendo.

-Entonces, la solución a esa supuesta falta de competitividad estaría en el mismo puerto de Vigo.

-Sí. Yo recomendaría a los empresarios del puerto de Vigo, los que conforman la Sagep, que analizasen cuales son las condiciones con las que se compite. Independientemente, Termavi [la concesionaria de la terminal de contenedores] tendrá que hacer autocrítica. Es que hay muchos factores en manos del empresario, como pactos con sus trabajadores, que pueden hacer que una actividad sea más competitiva en el futuro.

-¿Sabe qué factores pudieron influir para que se perdiera esa subasta?

-No conocemos la oferta de Termavi. Pero según nos dicen, en la oferta a Maersk no había ni costes de escalas de buques ni de paso de mercancía; eran puramente de costes de manipulación en terminal. Por tanto no hay ningún elemento de tasa pública o de incidencia pública sobre la decisión de la naviera.

-¿Qué le quedaría por hacer al puerto de Vigo en ese intento de frenar la marcha de la naviera danesa?

-Evidentemente, debería hacerle reflexionar. Ya he mencionado el caso de la naviera MSC en Las Palmas. Imaginemos que no estuviera Marín en la subasta y que participara Leixões y al final se fuera la naviera para allí. ¿Por qué no? ¿Le hubiéramos impedido ir a Portugal? ¿Qué diríamos entonces, que Leixões hace prácticas anticompetitivas? Estamos en un mercado abierto, el propio modelo portuario es de competencia regulada entre puertos y respecto a la libertad de la iniciativa privada. Termavi, si ir más lejos, es socio de las sociedades de estiba en Marín y en Vigo. Y ninguna empresa estibadora de Vigo nos solicitó nuestro arbitrio. Por eso me parece cuando menos curiosa la actitud del presidente del Puerto de Vigo. Y sí, me siento disgustado y preocupado con esta polémica.

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