La redacción del nuevo Plan Xeral de Vigo, que arrancó a marchas forzadas en diciembre tras anular inesperadamente el Tribunal Supremo el que estaba en vigor desde 2008, se ha encontrado al comienzo del camino con la Lei do Solo aprobada en febrero en el Parlamento gallego. Quince técnicos de la Gerencia de Urbanismo, con apoyos puntuales externos, trabajan, según explican fuentes municipales, en el borrador del PXOM y el llamado documento de inicio para someterlos a la Evaluación Estratégica Ambiental, lo que en la práctica supondrá el lanzamiento de la tramitación, pero el cambio en la normativa autonómica puede alterar la hoja de ruta e incluso obligar a replantear todo el modelo, que el gobierno local quiere mantener al considerarlo válido y ahorrar mucho tiempo hasta la aprobación final.
La ley se ejecutará a través de un reglamento que la Xunta acaba de exponer al público. Algunas de sus determinaciones influyen profundamente en el nuevo Plan Xeral de Vigo, el primero que arrancará su tramitación tras el cambio de la norma gallega. La principal afecta a las viviendas que pueden construirse, ya que según los datos del Concello obligaría a suprimir las 43.000 previstas en suelo urbanizable en el PXOM de 2008, más de un tercio de las 120.000 contempladas.
La Gerencia de Urbanismo presentó 105 alegaciones al reglamento de la Lei do Solo, lo que da una idea de su impacto sobre el futuro Plan Xeral. De aprobarse la norma tal y como está redactada trastocará el trabajo ya realizado en los últimos cuatro meses, según indican las susodichas fuentes.
De entrada el borrador y el documento de inicio para la Evaluación Ambiental Estratégica han sido confeccionados según las normas previas a la ley. El reglamento establece unos requisitos diferentes y más exigentes en esta primera fase. "El nivel de detalle que se impone al borrador es tal que supera con creces la escala de trabajo propia de un esquema de líneas generales", señala la edila de Urbanismo, María José Caride, a la secretaria xeral de Ordenación do Territorio, Encarnación Rivas, en una carta remitida el 4 de abril, en la que le pide que tenga en cuenta las alegaciones presentadas para incorporarlas al reglamento.
El borrador del Plan Xeral, un documento "preparatorio" cuyo fin hasta ahora era el de marcar las líneas esenciales del Plan, tendría un grado de concreción "similar al del documento de aprobación inicial del Plan", añade la concejala. Un nivel de detalle este que, con el procedimiento anterior, se daba cuando el proceso estaba mucho más avanzado. Aplicar los requisitos actuales del reglamento obligaría a definir mucho más a fondo el borrador y demoraría el inicio de la tramitación ambiental, indican fuentes de Urbanismo.
Grandes planos a escala
Como muestra ilustrativa del grado de concreción que requeriría el borrador los técnicos se refieren entre otros aspectos a los planos a escala que deberían adjuntar para cumplir los niveles de precisión al que obliga el reglamento en esta fase. Los de 1/2.000 de todo el término municipal ocuparían más de ocho metros de largo por 7,45 de alto.
Para aprobar el Plan Xeral de 2008 fueron necesarios ocho años. El Concello no ha querido dar plazos sobre el nuevo, pero en todo caso maneja unos tiempos muy inferiores, en el entorno de los tres años. El gobierno socialista ha apostado por repetir el modelo, ya que la sentencia del Supremo tumbó el PXOM de 2008 por una deficiencia en la tramitación ambiental de la Xunta, sin poner en cuestión el contenido. El PP apoya mantener en esencia el anterior Plan, aunque actualizándolo sin hacer un "cortapega", mientras que Marea defiende partir de cero al sostener que estaba sobredimensionado.
El cuartel general del nuevo PXOM se ha establecido en la segunda planta de la Gerencia. En el documento trabajan todos los técnicos del área de planeamiento e infraestructuras, los servicios jurídicos, personal de medio ambiente, apoyo informático y económico, y plantilla auxiliar. Un equipo de 15 personas permanente con apoyo puntual de efectivos tanto del Ayuntamiento como externos.
El Concello pidió informes a organismos dependientes de la Xunta, el Estado, la Diputación y el Concello para actualizar el Plan. Recibió muchos de ellos, si bien aún falta, según señalan fuentes de la Gerencia, informes de varios departamentos autonómicos.
