Conocía ya de antiguo al doctor Robles porque es de mi época. Él era un alumno brillantísimo en la Facultad de Medicina de Santiago y sé que después, entre otras oposiciones, obtuvo la de forense. Cuando yo llegué a Vigo, en el año 78, él era ya el médico forense del Juzgado Número 1. Desde un primer momento se percibió que era un hombre competentísimo, puesto al día con las cosas, siempre tomando parte en charlas, coloquios, mesas redondas? Siempre aportando una opinión muy autorizada.

Su trayectoria estuvo marcada por la competencia y la dedicación. Al jubilarse el Ministerio de Justicia le concedió la Cruz de San Raimundo de Peñafort. Un acto de justicia. Por nuestra parte se le hizo una despedida muy concurrida, prueba del afecto que había despertado en la profesión. Además la corporación premió la calidad humana y la valía profesional del doctor Robles con el Vigués Distinguido.

Era una persona trabajadora inquieta. Ya jubilado se iba a la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra. Realizó exposiciones de pintura. No paraba. Siempre activo.

Lo echaremos mucho de menos. Yo particularmente porque desde 1978 era mi médico de cabecera y manteníamos una relación muy fluida. Manuel, un buen hombre y un magnífico médico.

*Exjuez decano de Vigo