La atención hospitalaria en Vigo daba sus primeros pasos en 1896, con la inauguración del Hospital de Elduayen -hoy, Nicolás Peña- que, en su reglamento fundacional destacaba su objetivo de "dar acogida y asistir en sus enfermedades a los pobres". Son ciento veinte años de historia sanitaria y el Servicio Galego de Saúde no apareció hasta el último cuarto de siglo, con la transferencia de las competencias del Insalud a la comunidad, el 2 de enero de 1991. Por ello, en la celebración del 25 aniversario de esta efeméride, los organizadores han querido echar la vista atrás y mostrar a la ciudadanía el esfuerzo de todos los que lucharon por construir el sistema sanitario del que disfruta hoy la ciudad.

"Veinticinco años parecen pocos, pero son importantes", reflexionó el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, en la presentación de esta exposición, que se mantendrá abierta en la Delegación de la Xunta hasta el 30 de junio. "Nos tenemos que sentir orgullosos de nuestra sanidad", defendió y se mostró convencido de que "el futuro es todavía mejor". En ese horizonte, quiso destacar que el Meixoeiro -hospital en el que trabajó- va a mantener un papel "muy importante por muchos años". Reconoció que "hay dificultades", pero confía en que "con todos los apoyos que hay" la sanidad viguesa se va a situar "donde se merece, como referente nacional".

El acto tuvo el mérito de reunir a sanitarios y cargos públicos de todos los bandos. Dirigentes políticos de la Xunta, representantes municipales, directivos del Sergas en Vigo, responsables médicos, delegados sindicales... "Los actos de familia son necesarios", aplaudió el gerente del área, que resaltó la importancia de sentirse "parte de algo que ha cambiado la sanidad".

El hoy presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, fue el primer gerente que el Sergas nombró en el Hospital Xeral. Era enero de 1991. La comunidad autónoma recibía el Hospital Xeral, inaugurado por Fernando Franco en 1995 como residencia Almirante Vierna -acto que se puede ver en un informativo del NO-DO que se proyecta en la sala- y que, desde 1976, incorporaba al Policlínico Cíes. También un recién estrenado Meixoeiro, que había recibido a sus primeros pacientes en noviembre de 1989. El pirulí se enfrentaba a la elaboración de su plan director. Santalices destaca que se logró gracias a la colaboración del Meixoeiro, que le cedió una planta de hospitalización, a pesar de la "rivalidad" de la que siempre se ha hablado entre ambos hospitales.

El Nicolás Peña se integró en el Sergas 3 años después y el Rebullón, de la Diputación, en 1996. En 2004, todos los hospitales se aglutinaron dentro del CHUVI y, en 2013, la Estructura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) reunió también a los centros de salud bajo el mismo mando. Dentro del sistema gallego, estos pasaron de 13 a 45 y a ofertar actividad de tarde, así como atención bucodental o pediatría en todos los concellos. El año pasado se sumó el Cunqueiro.

La muestra desempolva los viejos uniformes de las enfermeras, antiguo instrumental de estos hospitales, como el microscopio de 1928 hallado en Elduayen o peculiares documentos, como una carta de 1959 en la que un vecino de Cangas pedía al alcalde de Vigo que le concediera prácticas en este centro. También curiosidades, como las palabras del escritor que hoy da nombre al nuevo hospital que, ingresado en el pirulí, le propuso al médico: "Lléveme a la última planta y déjeme mirar el paisaje y quedaré nuevo".