El Concello no cesa en sus investigaciones para evitar fraudes con las tarjetas bonificadas para residentes en zona azul. Aunque las condiciones para acceder a ellas no son muy estrictas, lo cierto es que su reducido coste (98 euros anuales) provoca que muchos decidan utilizarlas de forma irregular tras haber dejado de cumplir alguno de los requisitos. Pero ahora este fraudulento "privilegio" no les dura ni un año, ya que la Concejalía de Tráfico y la concesionaria realizan controles periódicos para evitar la picaresca. En el último año consiguieron localizar y retirar la cédula a 147 vecinos que continuaban beneficiándose de ella y estacionando de forma indefinida pese a que debían haberla dado de baja y someterse a las mismas tarifas que el resto de conductores.
Al igual que en ejercicios anteriores, la mayoría de los residentes que seguían utilizándola de forma irregular (casi el 50%) lo hacían tras haberse empadronado en otro municipio. En la mayoría de casos esta maniobra se realiza para pagar menos impuestos. Antiguamente los controles eran aislados. De hecho, en 2009, cuando la Concejalía de Tráfico incrementó la vigilancia, detectó más de 400 tarjetas que se estaban utilizando de forma fraudulenta. Desde entonces, se anulan en torno a cien anuales, cifra que en el último ejercicio se ha elevado hasta las 147.
Otro de los usos irregulares más habituales se produce con los cambios de titularidad de los vehículos. Para poder beneficiarse de la tarjeta de residente es preciso estar empadronado, tener al corriente el Impuesto de Circulación en Vigo y ser el titular del coche. Más de un 10% de los casos detectados en 2015 fueron porque el propietario del vehículo no había notificado al Concello este cambio, con lo que otra persona se estaba beneficiando de la tarjeta sin cumplir los requisitos necesarios para ello.
Ventajas residentes
Los residentes en zona azul tienen varias ventajas para estacionar en estas plazas con un coste mucho menor al del resto de conductores. Por regla general, un particular tiene que pagar 1,45 euros por dos horas de estacionamiento y debe cambiar el coche de plaza cada 120 minutos. Los que son residentes, y si no quieren tarjeta, pueden aparcar el mismo tiempo por 0,35 euros y no están obligados a mover su coche.
La otra alternativa que tienen los residentes es la de disponer de una tarjeta trimestral (34 euros) o anual (98 euros). Por este importe pueden estacionar en zona azul de forma indefinida durante todo el trimestre o todo el año. Esta ventaja es la que provoca que haya decenas de personas que continúen utilizándola de forma fraudulenta tras haber dejado de cumplir alguno de los requisitos exigidos.
Actualmente hay más de 1.350 personas que presumen de esta cédula de forma regular, se trata de la cifra más abultada desde que se regularizó el sistema y cambió la concesionaria en 2009.
