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La marcha de Vigo del gigante mundial del transporte contenedor

Maersk avisó a Termavi que después de la subasta se prohibía mejorar las ofertas sobre las terminales

Las "reglas" que describe la naviera en su web vetan mejoras posteriores en las ofertas bajo amenaza de "extinción de la relación" - El proceso revela que la concesionaria viguesa supo con mucha antelación del riesgo a perder a la compañía

Vista parcial de la terminal de contenedores del puerto de Vigo, gestionada por Termavi. // FdeV

Subasta de tráficos "justa y transparente". De esta manera presenta Maersk en su web las pujas electrónicas que permitieron a la terminal contenedora Pérez Torres de Marín hacerse con las operaciones de Vigo. Las E-Auctions es un sistema de adjudicación de tráficos que celebra por primera vez en Galicia aunque la compañía lo utiliza desde principios de esta década en todo el mundo allí "donde existe una verdadera competencia o en situaciones de mercado verdaderamente competitivos". Cuenta incluso con un equipo asignado a este cometido que "forma e informa" de las reglas de participación a los competidores, en este caso, Vigo, Marín y Vilagarcía. Todas las condiciones del "juego" son muy precisas, algunas formuladas en tono de advertencia. Como las que avisaban a Termavi del riesgo de presentar una oferta poco atractiva porque resuelta la puja, no habría vuelta atrás. La naviera prohíbe "negociar precios" después de la subasta, y de romper este compromiso, amenaza con una "extinción de la relación".

La propia naturaleza de esta competición por internet, apoyada en una plataforma digital cuyo funcionamiento explican a los terminalistas técnicos de Maersk, también confirma que los directivos de Termavi supieron con mucha antelación que estaba en juego el mantenimiento de estos tráficos en Guixar, el 40% del volumen de Teus con mercancía valorada en 1.600 millones.

Ubicado físicamente en India, ese equipo de la compañía responsable de la ejecución y el apoyo de las subastas electrónicas hasta ofreció "una sesión de entrenamiento" a los terminalistas participantes. Con esta forma de actuar no parece descabellado estimar, como sospecha el presidente del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga, que Termavi llevaba desde hace meses al tanto de la puja.

Según la descripción que figura en su web, Maersk garantiza su compromiso de respetar el resultado de la subasta a menos que hayan surgido problemas que impidiesen un "proceso justo". Para estos casos, deja abierta la puerta a posibles recursos si lo solicita algún perjudicado. A este "periodo de revisión" que aborda a posteriori tal vez se refiriese la responsable de la selección de terminales de importación y exportación para Maersk Line en el sur de Europa, Irenea Villar, cuando a mediados de la semana pasada insistió en que el traslado de los tráficos a Marín no era un "proceso irreversible". El desenlace de los acontecimientos permite suponer que esa revisión ya concluiría sin esperanzas de que Vigo retenga a la naviera.

Así lo dio a entender Maersk el pasado jueves al comunicar oficialmente a sus clientes que a partir del 18 de mayo comenzaría a operar en Marín. Un cambio de base de operaciones que justificó para "mejorar la competitividad de nuestros productos y servicios hacia nuestros clientes". En esta circular no aclara si traslada a Marín todo o parte de los tráficos que explota en Vigo. Empresas que contactaron con la compañía tras recibir el anuncio aseguran que afectan "a todos", es decir, que desde la citada fecha el puerto vecino recibirá un buque feeder a la semana con 700 contenedores que parte de Algeciras, y otro de frecuencia variable procedente de Walvis Bay (Namibia). Hasta la Autoridad Portuaria de Vigo da por hecho que se trata de una mudanza completa, si bien, como así interpretan operadores portuarios, Guixar podría recibir "escalas puntuales, esporádicas" de barcos de Maersk.

Quienes conocen todos estos detalles son los responsables de las terminales concesionarias, a los que Maersk exigió un compromiso de "confidencialidad" durante el proceso. Pero también en aras de la transparencia de estas pujas, la naviera garantiza que "será evidente" para los participantes por qué se ganó o se perdió la subasta. Estas son las explicaciones, aparte del reproche por no haberle informado antes, que quiere escuchar López Veiga de Termavi para detectar dónde falla la competitividad del Puerto. Si sólo en los altos costes de la estiba, como señala la mayoría de los empresarios, o influyeron otros factores. O como le sugiere al dirigente portuario el silencio de la concesionaria, esta pecó de exceso de confianza, y entre su nula destreza con esa modalidad de negociación on-line, presentó una oferta perdedora frente a un rival en teoría menor.

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