Tras una complicada puesta en marcha, los quirófanos del Álvaro Cunqueiro comienzan a coger ritmo. Para recuperar la actividad perdida por el parón del traslado y los posteriores problemas con la esterilización o con la disponibilidad de personal, entre otras cuestiones, la Gerencia del área sanitaria ha puesto en marcha un plan especial en los servicios de Traumatología, Oftlamología y Cirugía General. Ha aumentado las operaciones de tarde.

Esta actividad quirúrgica autoconcertada -las llamadas peonadas- no es nueva, pero en el primer trimestre del año se han aumentado entre un 30 y un 40% con respecto al mismo periodo del año anterior, según expuso ayer el gerente del área sanitaria, Félix Rubial. Los tres servicios incluidos en este plan especial acumulan más del 70% de las personas que esperan por una operación en el Chuvi. Según los datos del Sergas, sumaban 5.260 cirugías pendientes al cierre de 2015. Traumatología es el que presenta una peor situación con 2.693 pacientes esperando una media de 129,5 días. Una demora que, sin embargo, es casi dos semanas mejor que el año anterior.

Aunque los quirófanos del nuevo hospital aún no están al cien por cien, Rubial defiende que ya se están haciendo más operaciones que en el pasado ejercicio -tanto ambulatorias o de corta estancia como con ingreso-. Lo que no desvela es en qué medida ha aumentado esta actividad. El de Traumatología es uno de los servicios que operan más que antes del traslado. "Ya hacemos más intervenciones que en el Xeral y el Meixoeiro juntos", explica su jefe, Roberto Casal Moro.

Con la apertura del nuevo hospital, las operaciones sin ingreso o de corta estancia -salvo Pediatría- se han concentrado en el Meixoeiro y el resto se realizan en Beade. Gracias a esta nueva distribución, el primero de ellos ha duplicado el número de cirugías que realiza, al ser de menor duración y no requerir hospitalización. Son ya dos tercios de los que se hacen en el Chuvi.