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Patricio Sánchez Bello: "La Universidad prima la investigación sobre la docencia y esto perjudica al alumno"

"El centro se siente arropado por el tejido empresarial y social de Vigo y su entorno"

Patricio Sánchez, en Empresariales. // A drián Irago

A Patricio Sánchez le tocó capitanear Empresariales en años marcados por la crisis y una adaptación a Bolonia que puso en jaque la supervivencia de la escuela. Tras 16 años en el cargo, este jueves daba el relevo a Consuelo Currás. El centro afronta una nueva etapa con todos sus títulos acreditados y el reto de la consolidación de un grado que este año despedirá a su tercera promoción.

-Dirigió la escuela en plena crisis económica y tuvo que luchar por conseguir un grado en Comercio al que se oponía la Universidad.

-La escuela tuvo que reafirmar su identidad y la del grado. Aunque otras universidades como la Complutense, Valladolid o Málaga optaron por convertir sus diplomaturas de Empresariales en grados vinculados a la economía y el comercio aquí nos decían que no procedía. La Universidad de Vigo tenía que haber empujado con fuerza la escuela por estrategia, ya que un título en este campo es un éxito y contar con un campus urbano le imprime carácter a la ciudad. Pero se había apostado por un campus en la periferia y parecía que el de Torrecedeira podía perjudicar y restarle alumnos. El hecho es que hoy tenemos dos promociones de graduados en la calle y que este título va para adelante aunque no es fácil consolidarlo porque vivimos una crisis demográfica y económica. Nuestro máster en Comercio Internacional, que salió de esa lucha por el grado, es el más demandado de toda la Universidad y el de Dirección de Pymes también va bien.

-Antiguos alumnos, organizaciones empresariales, colegios oficiales y Concello apoyaron la demanda del grado públicamente, ¿siguen sintiendo este respaldo?

-Tenemos buena relación con todos. La escuela se siente arropada por el tejido empresarial y social de Vigo y su entorno. Nuestros graduados están trabajando y utilizando sus conocimientos.

-¿Cuáles son las principales salidas laborales?

-Los empresarios siguen preguntando por titulados que sepan gestionar de forma global pero con énfasis en la exportación. Empresas dirigidas por personas vinculadas en su día a la escuela llaman ahora a la puerta para cubrir puestos de trabajo. Nuestra política de prácticas obligatorias ha creado una malla aglutinadora de empresas vinculadas al naval, la automoción y otros sectores relacionados con la exportación. Hablar de comercio hoy no tiene sentido sin el apellido internacional.

-¿El auge del comercio electrónico supone otro nicho laboral?

-Efectivamente, está ahí. Cada vez son más las plataformas de venta y el negocio digital se incrementa.

-La oferta de plazas en el grado para el próximo curso se ha reducido de 110 a 105 plazas.

-Las hemos recortado un poco para ajustarnos a la demanda. Lo cierto es que la existencia de ciclos similares en Formación Profesional, donde los alumnos tienen una ayuda económica y acaban antes, tiene su efecto en los títulos universitarios.

-¿Cómo ha influido Bolonia en la preparación y actitud de los alumnos?

-Exigir presencialidad y una dedicación controlada es bueno, pero esta bondad se puede enviciar porque a veces hay que desmenuzar el maíz grano a grano. Yo creo que el alumno es aplicado y no es mejor ni peor que hace 10 años pero el nivel de exigencia se ha relajado un poco. Y habría que suavizar el tema de la presencialidad, porque su rigidez no permite matricularse a los jóvenes que están trabajando.

-¿Y qué valoración hacen los profesores?

-Hay preocupación porque la Universidad prima la investigación y la obsesión de los profesores es completar sexenios en ocasiones a costa de bajar el nivel de exigencia en la docencia. Los profesores que buscan la perfección en la enseñanza son sancionados y tienen una mayor carga docente. No son lo suficientemente valorados. La docencia no puede ser secundaria, el profesor tiene que estar al lado del alumno.

-¿Es perjudicial la moda de los rankings?

-Investigar está muy bien y los rankings tienen su impacto pero también debe ser importante la docencia. La Universidad debe transmitir unos conocimientos, pero si todo el profesorado está preocupado por sus investigaciones eso afecta a la formación.

-Usted forma parte de la Universidad desde antes de su segregación de Santiago, ¿cómo valora sus primeros 25 años de vida?

-Coordiné el área de deportes tras la segregación y fueron años muy enriquecedores que viví intensamente. La creación de tres universidades ha permitido acercar el conocimiento a los gallegos. La Universidad, en general, enriquece ala sociedad y en Vigo, además de Citroën, es una institución con una repercusión brutal que siempre ha tenido algo importante que decir. Formar a titulados es una gran riqueza para la ciudad.

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