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González: "El cibercontrol va en aumento y nos exige a los detectives que nos especialicemos"

ICEA galardona al despacho vigués Investigación Zentral como el mejor de España

A. González, de Investigación Zentral, mira a través de una lupa para ocultar su identidad // FdV

El despacho de detectives Investigación Zentral cumple tres décadas de labor en Vigo con el mejor regalo posible. Por segunda vez, la asociación ICEA -que aglutina a aseguradoras que operan en el país- ha decidido distinguirla como la mejor oficina de España. Su director operativo, A. González, destaca la importancia del premio y también el momento en que lo recibe: una etapa dinámica, con cambios en el mercado, que se ha visto influido por la crisis y las nuevas tecnologías; además de la cada vez mayor profesionalización de los detectives. "El oficio ha cambiado mucho en los últimos 30 años", sentencia A. González, quien -por exigencias de su profesión- pide que no se desvele su identidad. El despacho recogerá el premio de ICEA a finales de este mes en Madrid.

-¿Cuáles son los principales encargos que recibe hoy en día un despacho de detectives?

-Nosotros somos un caso atípico, pero en España, a nivel general, la mayor parte de los encargos son de aseguradoras y mutuas. Habitualmente las empresas acuden por temas de bajas laborales fingidas. También son frecuentes los conflictos personales en el ámbito familiar. En nuestro caso no porque trabamos de una forma distinta.

-¿Qué tipo de trabajos reciben ustedes con más frecuencia?

-Investigaciones financieras e investigaciones comerciales, operativos de seguridad, protección de planes de I+D+i de empresas para que la competencia no se haga con ellos, empleados desleales... También tenemos casos de absentismo laboral, pero representan un porcentaje menor.

-¿Y los particulares, qué piden?

-Normalmente son infidelidades -nosotros no, porque no las aceptamos- y temas relacionados con menores, como si consumen drogas o alcohol, cuáles son sus compañías... Eso es lo habitual. ¿Qué hacemos nosotros en el ámbito privado? Bastantes búsquedas de desaparecidos, ya sean mayores o menores; y muchísimo trabajo en el ámbito de la violencia de género, la protección de la mujer y el menor... También temas de localización de antepasados por herencias o relacionados con sectas.

-¿Ha cambiado la crisis el tipo de encargo que reciben?

-Sí. Los despachos que trabajan el absentismo laboral se han encontrado con que su mercado ha caído. Les ha afectado sobre todo la última reforma laboral. Es muy difícil que un empleado acumule una indemnización tal que a una compañía le resulte rentable contratar a un detective. Evidentemente, eso hace que el mercado sea mucho más duro. Pero nosotros siempre hemos focalizado en inversión, financiero, económico, competencia... Y ahí el mercado sigue yendo, no solo bien, sino incluso mejor. La competencia y la necesidad de información es brutal.

-La crisis ha beneficiado a parte del sector, en cierta medida.

-A los que trabajamos, digamos, el sector de las empresas por arriba lo técnico, financiero, económico... Por ejemplo, utilizar medidas que impidan el espionaje industrial para que nadie vulnere sus planos, planes de desarrollo o proyectos... A los que tenemos capacidad para trabajar en esas parcelas -digo- sí. A aquellos que trabajan el absentismo laboral, no; porque los nuevos contratos han convertido en escasamente rentable contratar un detective para ello.

-¿Se ha incrementado mucho el espionaje industrial con la crisis?

-Sí. Se quiere tener el desarrollo y llegar al mercado antes copiándoselo a otros que llevan años y también millones de inversión.

-Internet, redes sociales nuevas tecnologías... ¿Han cambiado también la demanda de servicios?

-Muchas veces vienen personas que se sienten seguidas. Antes eso se solucionaba con una contravigilancia para detectar quién seguía al cliente que tú proteges. Ahora ya no; hay casos de personas a las que le controlan fotos íntimas, conversaciones... Y descubrimos que lo hace gente que en el pasado estuvo vinculada al cliente -casi siempre sentimentalmente- y que tuvo acceso a claves del móvil, ordenador, Ipad... Y ahora las emplea para acceder a esos dispositivos.

-Cada vez son más frecuentes los testimonios de padres que denuncian el acoso de sus hijos en las redes. ¿Se suelen encontrar con casos de este tipo?

-Todo lo que tenga que ver con la tecnología y el cibercontrol va en aumento. Y más habrá, porque el espacio que ocupan estos aparatos en nuestro espacio personal, profesional, afectivo, familiar... Es cada vez mayor. Eso nos exige a los detectives que nos especialicemos para poder dar soluciones a los clientes.

-¿Ha cambiado mucho la profesión en los últimos 30 años?

-Sí. Destaco en primer lugar el acceso de las mujeres a esta profesión, lo que la ha mejorado al permitir que acceda a ella el 50% de la población, personas con una forma distinta de ver las cosas... A mi juicio ellas son además más tenaces y aportan más esfuerzo y entusiasmo. En cuanto a la técnica, se ha dejado de trabajar con emisoras, cámaras de fotos enormes y cámaras de vídeo... ¡Que parecían las que se usan en la televisión!

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