Nadie perteneciente a la comunidad portuaria de Vigo ve a Marín con posibilidades de hacerse con todas las operaciones de Guixar, aunque también recelan del silencio de Termavi, la empresa del Grupo Davila que gestiona esta terminal. Con la comparación entre lo que mueve este recinto y el de Marín -tutelado por Pedro Miguel Pérez Torres, presidente de la Asociación Provincial de Empresas Consignatarias y Estibadoras de Buques y de Actividades Afines (Acoespo)-, las cifras hablan por sí solas: el pasado enero, el de Vigo movió 14.000 Teus (la unidad equivalente a un contenedor estándar de 6,1 metros) y el de Marín no llegó a los 3.000.

Pero aun reteniendo parte de los tráficos de la naviera danesa la decisión de esta se produce dos años después de que Termavi ampliase en 55.000 metros cuadrados su terminal de Guixar para atender mejor, precisamente, el esperado incremento de la actividad. Con un superficie total de 180.000 m2, sus directivos llegaron a presentarla en rueda de prensa como la "terminal del siglo XXI" para realzar así el alcance de la modernización de este espacio que incluyó, por ejemplo, la adquisición de una grúa Super Post Panamax (en total ya son cuatro las que funcionan en este recinto; Marín sólo cuenta con dos); y automatismos como los que indican dónde exactamente tiene que recogerse o depositarse un contenedor. Estas y otras mejoras que costaron a Termavi más de dos millones de euros permitirían mover hasta 350.000 Teus anuales en Guixar. Paradójicamente, de consumarse la marcha de Maersk, hasta podría sobrarle el espacio que tantas veces demandó durante años.