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El Puerto de Vigo se enfrenta a perder carga por 1.680 millones con la marcha de Maersk a Marín

Los productos de los contenedores de la naviera rozan el 40% del valor de los movidos en Guixar

La primera naviera en Vigo por volumen de contenedores mueve mercancías por valor de hasta 1.680 millones. Estas son las cifras que se juega la Autoridad Portuaria de Vigo con la marcha de Maersk a Marín en caso de que llegase a trasladar a la terminal vecina todas las operaciones que desarrolla en la actualidad en Guixar. "Ese sería el peor de los casos", precisa su presidente del puerto vigués. Enrique López-Veiga admite que sin las tasas generadas por el movimiento de Maersk en Vigo las arcas portuarias "difícilmente" podría salir de los números rojos. Para el potente tejido industrial de Vigo, que aporta la mayoría de esos productos tan cotizados que viajan en los contenedores daneses -pesca congelada, piezas auto, conservas...-, el traslado de la multinacional al puerto marinense supondría un auténtico varapalo pero, a falta de una confirmación de la propia naviera, dudan que los muelles vecinos puedan asumir ese 40% de los 196.000 contenedores vinculados a los tráficos de Maersk en Vigo.

"Allí no tienen infraestructura ni maquinaria", aseguran empresarios de distintos sectores productivos consultados por este periódico. Creen que la subasta online convocada por Maersk y dirigida desde India en la que la terminal de contenedores de Marín ganó las operaciones que perdió Termavi pone al descubierto una serie de "debilidades" del puerto vigués que sin corregirse con urgencia podría provocar en el futuro la pérdida de más tráficos. Para evitar la repetición de escenarios como el avanzado por la inminente fuga del gigante escandinavo, estos empresarios reclaman a la Autoridad Portuaria "la reducción de costes y de la burocracia, así como mejoras para aumentar agilidad y calidad de servicio". "En definitiva, medidas para ser más competitivos", resumen.

Ahora que la decisión de Maersk parece irrevocable, aun sin saber qué porcentaje de sus tráficos se llevaría para Marín, faltaría por conocer si las empresas viguesas seguirían entre sus clientes. Esto es lo que trata de averiguar la Autoridad Portuaria reuniéndose estos días con asociaciones y patronales. Porque el valor de la mercancía que mueve la naviera indica también lo que se juega con su sorprendente apuesta por Marín.

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Según un informe elaborado por el Puerto de Vigo en 2014, el valor industrial de las mercancías gestionadas ese año fue de 11.485 millones. El 54% de este valor correspondía al tráfico Ro-Ro (automóviles y semirremolques) y el 37% a contenedores movidos en Termavi, con 204.163 Teus y carga valorada en 4.359 millones. Extrapolando esta estimación a los datos de 2015, los 196.835 Teus alcanzan los 4.202 millones, 1.680 de ellos vinculados a Maersk.

Con este valioso movimiento se comprende que la Autoridad Portuaria tema el mazazo que supondría la marcha del gigante danés para sus maltrechas cuentas, justo cuando más confiaba en una evolución positiva de los tráficos. Todo hacía indicar que fuera así, como refleja ese incremento del 5% con el que cerró 2015, y cercano a un 10%, precisamente, en la mercancía por contenedor. López Veiga hasta llegó a pronosticar en rueda de prensa que de continuar esa dinámica ascendente Praza da Estrela podría cerrar este año "en cifras verdes".

Caída de ingresos

Y es que el Puerto necesita más que nunca ese incremento de tráficos. Las tasas de utilización de sus muelles y servicio representan el grueso de sus ingresos y en gran medida ayudan a paliar el descenso de los obtenidos por el cobro de tasas de ocupación. La recaudación por las concesiones administrativas se desplomó en 2015 por la nueva valoración de terrenos y lámina de agua que provocaron un importante abaratamiento para satisfacción de los concesionarios.

Pero al tiempo que sus beneficios penden de un hilo, sus gastos subieron el año pasado un 6,5%. En personal, por ejemplo, con el abono de la paga extraordinaria suprimida en 2012, y también por otros factores como la amortización de las obras de ampliación del Areal y pagos como los vinculados con la Plataforma Logística de Salvaterra- As Neves. Todas estas circunstancias, combinadas con una serie de lo que Veiga denomina "ajustes contables", hicieron que la Autoridad Portuaria cerrase 2015 en negativo, con más de 600.000 euros de pérdidas.

Una delicada situación financiera, en parte, heredada. En el último año completo de gestión con Ignacio López-Chaves al frente, 2014, los beneficios de la institución portuaria apenas sumaron 155.000 euros. En rigor, entonces la crisis golpeaba todavía muy fuerte al puerto. Por si fuera poco había que pagar las obras en los muelles con pocos ingresos y mermados por una bajada generalizada de todas las tasas.

Asime estima que la decisión de la naviera afectaría a 45 empresas asociadas y teme a un "coste inasumible" por operar con Marín

  • En la ronda que mantiene la Autoridad Portuaria con representantes de distintos sectores para explicarles la decisión de Maersk de trasladar operaciones al puerto de Marín, ayer le tocó el turno a la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime). Su secretario general, Enrique Mallón, aseguró a este periódico que de las más de 700 empresas integradas en su colectivo la marcha de la naviera de Vigo afectaría "a unas 45".Entre estas empresas del sector metalúrgico usuarias de las líneas de la naviera en Vigo están las vinculadas a las actividades de la automoción, metalmecánica y extrusión o producción de metales varios. Al igual que lo comentado el día anterior por los representantes de los clúster de la Automoción y el Granito durante su entrevista con el presidente del Puerto, Mallón preferiría concretar lo que no aclara de momento nadie: si Maersk se llevará todas o parte de sus operaciones a Marín. En todo caso, no oculta su preocupación: "Estamos en un tiempo de reducción de costes y de máxima relevancia de la competitividad, y este cambio logístico puede suponer un coste inasumible en transporte y en tiempos".El portavoz de Asime considera que en caso de que haya otra armadora dispuesta a asumir los tráficos que dejase de operar Maersk, convendría sopesarlo. A su juicio "para las empresas ubicadas en Vigo y en su área metropolitana que venían utilizando este servicio la oferta de otra naviera para un servicio similar será siempre más atractiva. No olvidemos que en nuestras empresas los tiempos son determinantes".En cambio, y en línea con lo manifestado por otros colectivos, Mallón ve "necesario más que nunca" conocer los costes y las tarifas de la sociedad de estiba y desestiba, "sin duda más bajos en el puerto de Marín". Se trata de una información "también necesaria para valorar objetivamente la incidencia que este tipo de decisiones de traslados tienen en la economía de cada área", razona.

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