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Inminente adiós de la multinacional de contenedores

El motor y el granito temen el impacto en sus empresas de la fuga de Maersk de Vigo a Marín

Los portavoces de los clústers comunican al presidente del Puerto su preocupación e incertidumbre por los efectos de la fuga de la naviera -Lamentan que la compañía naviera no les haya informado de las consecuencias del traslado

Un barco de la naviera Maersk, atracado en Guixar esperando para cargar contenedores. // Marta G. Brea

De la sorpresa a la incredulidad, y ahora la preocupación asola a sectores estratégicos de la economía viguesa ante la inminente marcha de la naviera Maersk a Marín. En la primera reunión convocada por la Autoridad Portuaria de Vigo para explicar los pocos detalles que conoce sobre la decisión de la compañía danesa de cambiar su base de operaciones, representantes de los clúster de la automoción y del granito expresaron ayer a Enrique López Veiga su "inquietud" por el impacto que tendría en la economía de sus empresas el envío o recepción de sus mercancías a través de Marín. Junto a la pesca congelada y las conservas, las planchas de granito elaborado y las piezas auto son los principales productos que viajan en los contenedores de Maersk en Vigo. Según Veiga, los portavoces de estos dos sectores siguen con "incertidumbre" las noticias surgidas sobre el nuevo planteamiento de la compañía danesa al tiempo que se muestran extrañados porque siendo unos de sus principales clientes no les informasen sobre sus planes de irse a Marín.

Una vez recibieron la confirmación del propio Veiga de que Maersk comenzaría a operar en Marín entre finales de mayo o principios de junio -como adelantó ayer FARO-, los directivos del Clúster de la Automoción de Galicia (Ceaga) y el del Granito lanzaron una batería de preguntas que quedaron sin respuesta. "Hay muchas incógnitas que están en el aire", reconoce el presidente del Puerto vigués. La más importante, la clave que permitiría calibrar la repercusión de la marcha de Maersk en Guixar, pasar por aclarar qué porcentaje de las operaciones que desarrolla ahora en Vigo trasladará la naviera a Marín; si todas o solo una parte. Sin embargo, el hermetismo de la compañía y de la propia concesionaria de la terminal de contenedores de Vigo, Termavi, es total sobre este asunto. Tanto en así que el máximo responsable del recinto portuario asegura desconocer esos detalles dos semanas después de trascender la noticia y tras un reciente contacto telefónico con directivos de Maersk en España.

Antes de mantener la entrevista con López Veiga, el gerente del clúster granitero, José Ángel Lorenzo, razonaba que ante la insuficiente información de la que disponía en ese momento no podía valorar cómo afectaría la marcha de Maersk a la competitividad de las empresas de su sector. "Depende de muchos factores, por ejemplo de los costes. Hay que ver cómo queda y esperamos la mejor solución", declaraba a este periódico. Al salir del encuentro tanto Lorenzo como su homólogo en Ceaga salieron con las mismas dudas, y según Veiga, "desconcertados". "Ni Maersk ni nadie les dijo que abandonaría Vigo", incide. Y en este sentido, el presidente del Puerto insiste en que a él tampoco nadie les avanzó los planes de la naviera escandinava. Sin nombrarla específicamente, pero en clara alusión a la dirección de Termavi, lamenta que "no se lo hubiese informado un poquito antes, y no cuando ya está todo consumado".

Termavi calla

El silencio de Termavi exaspera incluso a sus propios trabajadores y alienta todavía más la sensación entre los portuarios de que la concesionaria de la terminal contenedora "pecó de exceso de confianza" en la subasta online donde Maersk adjudicó las operaciones a Marín. "Puede que Termavi presentase una oferta perdedora infravalorando a Marín. Y en estos casos, no te puedes fiar ni de tu vecino aun a pesar de quererlo mucho", comentaba ayer un consignatario.

A la siguiente reunión en Praza da Estrela están convocados el próximo viernes los representantes de colectivos vinculados al sector alimentario como la patronal conservera Anfaco y la Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Transformadores y Exportadores de Productos de la Pesca y Acuicultura (Conxemar). El secretario general de Anfaco, Juan Vieites, ya encargó un estudio sobre los asociados que emplean las líneas marítimas que explota Maersk en Vigo. A la espera de contar con este informe para exponer en la reunión con López Veiga, Vieites afirma que el impacto del traslado de la naviera a Marín "afectaría más bien a Vigo como ciudad". En todo caso recuerda que hace años la compañía ya abrió líneas en el puerto marinense "para cerrarlas al cabo de poco tiempo".

"No me quedaré quieto", advierte López Veiga. Volcado en una carrera casi a la desesperada por amortiguar el impacto de la fuga a Marín de la naviera que mueve el 40% de los contenedores, aun consciente de que parece un misión imposible convencer a la naviera de que rectifique su decisión, el presidente del Puerto vigués insiste en tener un cara a cara con sus responsables. Maersk le respondió ayer a la solicitud de una reunión formal. Pero las multinacionales, en especial una de las cinco que controlan el transporte marítimo en el mundo, que deciden dónde operar mediante una subasta por internet dirigida desde la India, funcionan con tiempos diferentes. Aceptan un encuentro sin ponerle fecha.

"La estiba parece la culpable, pero a la naviera no le salen los números a nivel global y está desesperada"

  • El gerente de la Sagep (Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios) de Vigo, Rafael Merino, duda que la naviera danesa acabe reubicando todas las operaciones de Guixar en Marín. Quien dirige una plantilla de 120 estibadores de la terminal viguesa ve "improbable" que el puerto marinense pueda asumir todo ese volumen de contenedores "cuando carece de infraestructura, por ejemplo, con solo dos grúas, frente a las cuatro de Vigo;por no hablar de la maquinaria para mover los más de 40.000 Teus", argumenta. Y en el caso de que los responsables de la infraestructura marinense realizaran la inversión necesaria, Merino se pregunta: "¿Y todo por un año?". Al igual que otros miembros de la comunidad portuaria viguesa recuerdan que Maersk ya estuvo en Marín "y duró poco allí". No oculta su preocupación ante la inminente marcha de la naviera, pero sobre todo teme que no pueda recuperarse. "En Vigo tenemos la mala experiencia de que tráfico que se va, tráfico que se pierde", afirma.Sabedor de que los bajos costes de la estiba en Marín pudo ser determinante para que ganase operaciones de la naviera danesa, Merino hace varios matices. El primero se refiere a la calidad del servicio que se presta en Vigo: "La estiba es mejorable y podríamos abaratar los costes, pero no tirar los precios. Aquí somos muy ágiles y contamos con una infraestructura moderna. Es como El Corte Inglés frente a la competencia. Yo prefiero comprar en El Corte". Y el segundo es todo un reproche a la naviera: "Alguna culpa podremos tener, pero a Maersk no le salen los número a nivel global y recorta por todos los lados". A su juicio, tanto el Puerto de Vigo como Termavi "poco pueden hacer" para que la naviera rectifique su decisión, "salvo intentar recuperar el tráfico para el próximo año".

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