Más de una década después de que dos juzgados de Primera Instancia de Vigo desestimasen sus demandas, una treintena de afectados por un complejo producto financiero que lanzó Patagon Bank (ahora Open Bank) están ahora a la espera del dictamen de la Audiencia Provincial de Pontevedra a los recursos de apelación formalizados contra aquellas sentencias. Estos inversores, divididos en dos grupos de demandantes, reiteran su solicitud de nulidad de los contratos al sentirse engañados por la entidad y reclaman cantidades que en global suman 1.750.000 euros.

El producto bancario fue la oferta "3+1" que la entidad electrónica del grupo SCH comercializó en torno al 2000. Los juzgados civiles vigueses que celebraron los juicios desestimaron ya hace más de diez años las demandas de los clientes contra Patagon, pero éstos presentaron recursos: uno está visto para sentencia en la Sección Sexta de la Audiencia viguesa, y el fallo será inminente, y el otro está pendiente de señalamiento de vista en la Sección Quinta. La dilación de estos procedimientos civiles se debe a que estuvieron suspendidos a la espera de la resolución de la causa penal por presuntos delitos de estafa y falsedad documental también presentada por los afectados. Un caso sobreseido por el Juzgado de Instrucción 2 de Vigo, lo que ha reactivado las apelaciones pendientes.

Profesionales liberales, amas de casa, pensionistas, estudiantes... están entre los demandantes. Pablo Cebrián, abogado con despacho en Madrid, los representa. "Los clientes solicitan la nulidad del producto por existir error, dolo en el consentimiento y por la infracción por parte de la entidad financiera de las normas de conducta establecidas en la Ley del Mercado de Valores entonces vigente", explica. Como, añade, "la omisión de la advertencia del alto riesgo" en el que incurrían los inversores, que además, prosigue, no tenían el perfil para este producto. "Muchos se endeudaron por esta situación", afirma.