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Tráfico regulará con semáforos el entorno de la estación de buses de Vigo por la alta siniestralidad

Actuará en el cruce entre Arquitecto Palacios, Martínez Garrido y Anduriña, considerado un punto negro con accidentes todos los días

Una intersección en la que confluyen casi 30.000 vehículos diarios | El 70% de los vehículos que acceden a Vigo por la avenida de Madrid lo hacen por la vía de servicio y la mayoría acaban en esta intersección. Son, según cálculos de la Concejalía de Tráfico, en torno a 14.000 turismos los que llegan desde ese punto. Pero otros tantos lo hacen a través de Arquitecto Palacios procedentes de Castrelos, Gregorio Espino o de la propia avenida de Madrid. Estos dos flujos se entrecruzan en apenas 50 metros, lo que provoca los siniestros. José Lores

El Concello intentará erradicar en los próximos días uno de los históricos y mayores puntos negros de siniestralidad viaria de Vigo: el cruce entre las avenidas de Arquitecto Palacios, Martínez Garrido, Anduriña y Gregorio Espino ubicado en el complicado y transitado nudo de la estación de autobuses. La Concejalía de Tráfico lleva meses -incluso años- trabajando en el estudio de diferentes soluciones para conseguir reducir el elevado número de golpes que se producen en este estratégico enclave de la circulación urbana y que, según fuentes municipales, se producen "a diario". Y aunque sobre la mesa se han puesto multitud de alternativas -algunas como el repintado de la zona incorporando nuevas líneas o señales de ceda el paso, aunque sin mucho éxito- los técnicos del departamento dirigido por el concejal Carlos López Font han determinado que la solución más idónea para atajar esta problemática pasa por la regulación con semáforos de todos los flujos de vehículos. Otras opciones, como la reforma de las medianeras o la ejecución de una rotonda, se han descartado.

Este cruce no solo es uno de los más conflictivos de la ciudad por su compleja configuración, sino también por tratarse de uno de los que mayor intensidad de vehículos soporta. Una media de 14.000 automóviles cada día llegan a él solo desde la avenida de Madrid. Casi otros tantos lo hacen desde Arquitecto Palacios. Estos dos enormes flujos de turismos debe entrecruzarse en apenas 50 metros para poder proseguir su camino, ya sea hacia Martínez Garrido, Gregorio Espino o el primer cinturón. Su regulación a día de hoy se realiza solo mediante señales de ceda el paso, insuficientes para evitar que los accidentes sean diarios.

Una de las principales complejidades de este nudo radica en que hay vehículos que tienen que atravesar hasta tres carriles hacia su derecha (los que vienen por Arquitecto Palacios) mientras desde su izquierda otros conductores deben hacer la misma maniobra en sentido opuesto (los que entran desde la avenida de Madrid). Pero lo peor es que estos cruzamientos los tienen que ejecutar en un tramo de solo 50 metros. A ello se une la mala visibilidad que hay para incorporarse a Martínez Garrido desde el primer cinturón y que, en muchas ocasiones, obliga a los pilotos a pisar el freno a fondo pese a que hay un ceda el paso y no un stop, y girar su cabeza y parte del cuerpo más de 45 grados para asegurarse a través de la ventanilla trasera de que no llega ningún otro coche por la avenida de Madrid con el que pueda colisionar lateralmente. Esta maniobra es precisamente la que más accidentes desencadena.

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Pero la ecuación en este nudo se complica todavía más cuando coinciden los autocares que abandonan la estación de autobuses por la salida que desemboca en esta intersección. Si bien es cierto, los chóferes que deben ir hacia Gregorio Espino o Martínez Garrido se topan con una línea continua que no pueden rebasar y que les obliga a rodear la terminal para evitar que puedan complicar todavía más la circulación. Además, ahora esta carril será exclusivo para los buses en el primer tramo, por lo que podrán salir de forma directa sin temor a que sea invadido por otros turismos (ver gráfico).

En total se instalarán seis semáforos. Uno se ubicará justo al final de Arquitecto Palacios y permitirá que todos los turismos que lleguen por este vial puedan rodear la estación de autobuses o seguir hacia Gregorio Espino y Martínez Garrido sin temor a encontrarse y tener un accidente con los turismos que ahora llegan por su derecha, a los que se parará en otro semáforo instalado para frenar el flujo de los que acceden por la avenida de Madrid. Cuando cierre el primero, se abrirá este último, y todos los coches podrán incorporarse al nudo de la estación de autobuses sin el riesgo de tener que esquivar a coches que, como ahora, se aproximan por su izquierda. Finalmente, el desvío hacia Anduriña, regulado actualmente por una señal de stop, pasará también a tener semáforo.

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