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Los efectos de los últimos cambios en la actividad judicial

Dos reformas legales provocan un desplome de asuntos inédito en los juzgados de Instrucción

Los 6.200 casos registrados en lo que va de año suponen un 35% menos que los de 2015

Dos reformas legales provocan un desplome de asuntos inédito en los juzgados de Instrucción

Dos reformas legales han desplomado los números en los juzgados de Instrucción de Vigo. El nuevo Código Penal primero, y la modificada Ley de Enjuiciamiento Criminal que entró en vigor meses después, son las causas de que la cifra de asuntos nuevos en las ocho salas de esta materia de la ciudad olívica haya sufrido una caída sin precedentes que se sitúa en un 35%. Dos cambios de calado derivados de estas normativas explican el nuevo escenario. Uno de ellos fue la supresión de las ya antiguas "faltas." Aunque muchas de las conductas que se sancionaban mediante esta figura continúan siendo merecedoras de reproche penal, reconduciéndose de hecho como delitos leves, otras directamente se despenalizaron, derivándose a la vía administrativa o a la jurisdiccional civil. Y entre las destipificadas hay varias que suponían el grueso de estos juicios por infracciones de menor gravedad: las relativas a accidentes de tráfico leves, los incumplimientos de regímenes de visitas de hijos de padres separadas o las injurias. "Si antes celebrábamos vistas 9 o 10 días al mes, ahora las jornadas se redujeron a la mitad", describen en uno de los juzgados. Junto a esto, el segundo motivo que explica la disminución de entrada de pleitos es que se sacaron de estas salas los atestados de delitos sin autor conocido. Ahora, salvo excepciones, estos casos solo llegan al tribunal si la investigación policial logra ponerle nombre y apellidos al supuesto responsable del ilícito.

El 1 de julio de 2015 entraba en vigor la reforma del Código Penal que, además de otras importantes novedades, introducía la de las faltas. Y casi al final del ejercicio, el 7 de diciembre, comenzaba a aplicarse la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, también con muchos cambios, entre ellos el de los atestados sin autor conocido. Ya en el pasado año comenzaron a notarse los efectos de ambas reformas con una reducción de asuntos en los juzgados de Instrucción vigueses, ya que los en torno a 38.000 casos que hubo en 2015 supusieron una caída de un 11% con respecto a los más de 42.000 del ejercicio anterior. Pero es en este 2016 cuando se percibirá con contundencia la disminución.Cuando apenas falta una semana para el cierre del primer trimestre, las estadísticas no dejan lugar a dudas: si a estas alturas de 2015 ya habían entrado casi 10.000 causas -8.045 de ellas denuncias y atestados-, en lo que va de este ejercicio la cifra se ha quedado en 6.200 asuntos -5.480 denuncias y atestados-. La bajada es significativa: un 35%.

La desaparición de las faltas fue un cambio clave. Muchos ilícitos con esta tipificación pasaron a ser delitos leves, pero otros se eliminaron del Código Penal. Como las lesiones por imprudencia leve derivadas de un siniestro de circulación: los casos clásicos son las colisiones por alcance o en las rotondas. "Representaban más del 50% de las faltas que entraban en el juzgado", explican. Estas conductas menos graves -las de gravedad siguen siendo delito- deben dirimirse ahora en los tribunales civiles. También se despenalizaron los incumplimientos leves de régimen de visitas de los hijos que llevaban a padres o madres separados al banquillo tras denuncias previas de sus exparejas. Ahora la vía para arreglar estas desavenencias son las salas de Familia. Y tampoco tienen ya reproche penal las injurias leves -salvo algunos supuestos-, que también protagonizaban numerosas vistas de faltas. Eran los juicios que se conocían como los de chamoume: insultos entre vecinos, amigos...

La consecuencia es que ha bajado considerablemente el número de estos juicios, en la actualidad de delitos leves, en las salas de Instrucción. "Hay unas 30 vistas al mes; antes se celebraban el doble", concretan en un juzgado. Y eso significa por tanto muchos menos días de sala al mes. Ahora la mayoría de estos juicios son por hurtos, lesiones, daños de menos de 400 euros o amenazas. A estos últimos, como antes ya se había hecho con los de los insultos, ya se les ha bautizado: son los de vouche a dar.

Y junto a la despenalización de estos ilícitos, el hecho de que se saquen de los juzgados los delitos sin autor conocido contribuye también a la bajada de la entrada de asuntos. Hasta ahora, cuando llegaban estos atestados, lo habitual era sobreseerlos provisionalmente a la espera de algún avance policial que permitiese arrojar luz sobre la autoría. Con la reforma, las fuerzas de seguridad solo remitirán el expediente al juzgado si ya tienen identificado al que se considera culpable o si precisan autorización del juez para alguna diligencia. "Es positivo; ahora se puede ver con más detalle cada atestado", dicen.

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