Fue en 1886 cuando se inauguró el puente internacional de Tui. Culminaba de esa forma un largo proceso que se había iniciado más de veinte años antes. Los gobiernos de España y Portugal acordaron la unión de ambos países a través de diversos pasos fronterizos donde era necesario construir puentes. Uno de ellos estaba en Extremadura. La conexión gallega, tal como se definía, tendría lugar por Tui. Eusebio Page e Inocencio Roldán, por España, y Francisco María de Souza, por Portugal, diseñaron el primer boceto.
Durante el proceso se abrieron varios debates. Uno de los más intensos fue sobre la ubicación del puente. Existían tres opciones. Dos de ellas estaban muy alejadas de Tui. Además, en uno de los casos sería necesario construir también un túnel en el lado portugués para facilitar el paso de los trenes, lo que elevaría notablemente el presupuesto. Se optó por la ubicación más cercana a la ciudad. Era una de las más baratas, pero además favorecería el intercambio comercial entre las dos orillas.
El primer diseño contemplaba solo el paso de trenes. Sin embargo, los responsables políticos insistían en la necesidad de amortizar la inversión. Entonces se pensó en un acceso peatonal y también para carros. Algunos pensaron en hacer otro puente, un poco más abajo del actual. Esa opción se descartó, también por cuestiones económicas.
Finalmente fue Pelayo Mancebo, un político riojano afincado en Madrid, el que formalizó el proyecto definitivo. Fue aprobado en una tensa reunión que se celebró en Lisboa y firmado por ambos países en Madrid.
Para la construcción del puente se presentaron al concurso ocho empresas. Entre ellas la de Eiffel, que además sugería algunas modificaciones. Pero la mejor opción fue la de Braine Le Compte, que era belga. Esto dio lugar a confusiones, ya que algunos historiadores otorgan a Gustavo Eiffel el proyecto, cuando no fue así.
La construcción se inició 1882. La empresa contrató a 68 trabajadores para realizar una obra que la sociedad y los políticos de la época consideraban "vital e imprescindible". Durante el proceso de construcción tuvieron que superar numerosas dificultades. La falta de financiación provocó que los trabajos estuvieran paralizados durante varios meses. También un problema logístico les afectó y su terminación se fue retrasando.
Cuando estuvo concluido, los dos gobiernos no se pusieron de acuerdo para la inauguración. Existían recelos en algunos detalles entre ambos países. Después de realizar las pruebas de carga, en las que participaron dos locomotoras de ambos países que pesaban 68 toneladas y circularon a una velocidad de 30 kilómetros por hora, se abrió al tráfico de manera no oficial.
Fue el 27 de marzo de 1886 cuando se realizó la inauguración. Desde Vigo partió un tren con las autoridades y también con una gran cantidad de personas. El acto no tuvo lugar en el puente, según las crónicas de la época. Se hizo en el Paseo de La Corredera y se tuvo mucho cuidado de que ambos países tuvieran una representación similar. Después tuvo lugar un banquete que costó 5.000 pesetas y fue pagado por la Diputación de Pontevedra.
El puente costó 1.259.143 pesetas, según las cifras oficiales. Cada país aportó la mitad. Tiene una altura de 27,50 metros, cinco tramos y ocho puntos de apoyo. El registro también indica que su longitud es de 399 metros. Para construirlo se necesitaron 1.504 toneladas de hierro.
Tras la inauguración oficial, Portugal y España seguían recelosos en algunos aspectos. Todavía hoy son visibles en la instalación las marcas que delimitan las frontera de ambos países. Los españoles elevaron la tensión al establecer una guarnición de 200 soldados en Tui. Su misión era destruirlo en el caso de que se declarara la guerra. Estuvieron en ese lugar durante muchos años.
Los controles en la frontera fueron rigurosos durante mucho tiempo. En Tui todavía se recuerdan las largas colas de vehículos para pasar a la otra orilla. Una abundante circulación que en 1975 obligó a realizar algunas obras de mejora, sobre todo para arreglar algunos desperfectos. Las relaciones entre ambos países fueron mejorando. Se construyó el nuevo puente de la autovía y desaparecieron las fronteras. En el lado portugués, su edificio esta abandonado aunque bien conservado. En la aduana de Tui se juntan las fuerzas policiales de ambos países, tal como establecen los acuerdos. El puente internacional de Tui fue una de las mayores obras de ingeniería en aquella época, estableció importantes relaciones comerciales con el norte de Portugal y abrió un camino que se puede considerar histórico durante sus 130 años.
