Su estudio en Alcabre esperaba ansioso la llegada de Carmen Lamas. Habitual de la capital, pero con su mente puesta en Vigo, esta artista pasará los próximos diez días visitando las playas olívicas y sintiendo la vitalidad del mar. "Necesito esta energía para estar bien conmigo misma, por eso vengo a mi ciudad con frecuencia", confiesa la artista. Es esta ocasión, regresará a Madrid con el galardón de Vigueses Distinguidos bajo el brazo.

-Es especial sentirse profeta en su tierra, ¿no?

-Mucho, mucho. Que tu ciudad te felicite siempre está bien, pero sobre todo que feliciten a la cultura, no solo se crea país con la industria, sino que la creatividad lo potencia todo. Siempre se tiene en cuenta la parte práctica de la economía, de la industria, pero el pensamiento y creación es el eje de una ciudad o un país y no se suele tener en cuenta, está en un segundo plano. Pero en tu tierra, que también suele ser más difícil, que te feliciten por un tema cultural me alegra muchísimo.

-Ha expuesto en Madrid, en Vigo, fuera de España, ¿por dónde está circulando ahora mismo su obra?

-Está girando una de mis últimas exposiciones por toda Europa, llevada a cabo por la empresa Benetton. También le estamos haciendo un particular homenaje al escritor Manuel Vázquez Montalbán. Que desde la actuación plástica se le dé un homenaje a un escritor es muy interesante porque están confluyendo todos los campos creativos. Ahora mismo está expuesta en Frankfurt. La próxima grande que tendré en España será en Atrium, Vitoria, donde hago un repaso a distintas etapas de mi trabajo, desde los años 80, 90 y siguientes y cómo he cambiado creativamente desde aquellas.

-Con la vista puesta en esta 'vuelta a los orígenes', ¿nota realmente el cambio, las etapas creativas con el paso de los años?

-Las evoluciones son como el cambio en el propio cuerpo. Tú no las notas, pero están ahí y de repente un día echas la vista atrás, comparas y te das cuenta de esos cambios. La transformación sucede y también es interesante. Lo raro es que no los hubiese. Como mejor se está con uno mismo es creando cosas nuevas. Hay etapas más expresionistas, otras más textuales, más geométricas o más reflexivas. Ahora mismo estoy en una etapa de conexión de momentos.

-¿También es de las que se apunta a la idea de que se le valora mejor fuera que en casa?

-Bueno, eres más sensible a cómo te acogen en tu tierra y le das más valor a lo que te dicen aquí que fuera de Galicia o Vigo. En verdad siempre me han tratado bien en cualquier sitio, no podría quejarme de nada. Sí es cierto que primero como que tienen que verte en el extranjero para verte luego en casa.

-Vive a caballo entre Madrid y Vigo, ¿no echa de menos exponer en su ciudad?.

- Sí, la verdad es que sí se echa un poco en falta. La energía que te da la presencia del mar, no sé, es vital para mí. Si me ofrecen algo de espacio aquí soy feliz. Me encantaría ocupar un sitio en algún museo de Vigo y, mira, si me dejan pintar en las paredes pues a mí también me vale.