Ingeniería Industrial cumple 115 años aunando tradición y futuro como la escuela 4.0, el centro que formará a los profesionales de la fábrica inteligente que transformará la industria tal y como hoy la conocemos y que ya han empezado a diseñar sectores tan determinantes para la economía de la ciudad y de Galicia como el de la automoción. Joaquín Sierra, exalumno y responsable del Industrial Internet Lab de la consultora viguesa Inova, impartió ayer una conferencia sobre esta extraordinaria "transformación digital" en el acto de celebración de San José.

La cuarta revolución industrial permitirá fabricar a gusto del cliente "casi cualquier vehículo en cualquier lugar del mundo" y aumentará la demanda de ingenieros industriales, destacó Sierra, sobre todo aquellos especializados en mecatrónica, logística y software.

La festividad del patrón de los ingenieros industriales estuvo marcada por la ausencia de José Antonio Vilán, herido grave en el accidente ciclista ocurrido el pasado fin de semana en Oia. El tradicional almuerzo de confraternidad fue aplazado y tanto la dirección de la escuela como los profesores premiados y el propio Joaquín Sierra tuvieron palabras de ánimo para el comisionado del Vigo Tecnológico y su familia.

El grupo de investigación que lidera, CIMA, figuraba precisamente ayer entre los distinguidos por contar con el sello de referencia competitiva de la Xunta. Abraham Segade, uno de sus integrantes, destacó la "ilusión" que le hacía el diploma a Vilán y agradeció las muestras de afecto e interés recibidas.

Durante su intervención, el director Juan Pou anunció que el centro acaba de renovar la acreditación de los seis grados que imparte. "Las fortalezas han brillado sobre las debilidades. La comisión de evaluación nos dijo que ésta era una gran escuela que aporta gran valor a la sociedad de Vigo y de Galicia", destacó.

Pou agradeció el trabajo de los profesores y del personal de administración y servicios y mostró su intención de fortalecer la sede de Torrecedeira, donde se celebró el acto, en su condición de "cuna de la Universidad de Vigo".

Seis profesores -tres de Matemática Aplicada y el resto de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Química- fueron distinguidos en su calidad de docentes mejor valorados por sus alumnos el curso pasado. Uno de ellos, Jacobo Porteiro, que acaba de ser nombrado presidente del comité de combustión de la Agencia Internacional de la Energía, subió en dos ocasiones al escenario, ya que también recogió el diploma para el grupo de investigación al que pertenece, Tecnología Energética.

En total, fueron distinguidos 7 equipos de I+D -dos de ellos por el sello de potencial crecimiento de la Xunta y los otros 5 por el de referencia competitiva-, así como cuatro jóvenes investigadores: Felipe Arias González, Miguel Cerdeira Corujo, Olalla González Sas y Diego Pérez Estévez.

Rosa María Patiño, habló en nombre de los trabajadores homenajeados por su antigüedad y agradeció a la dirección que los tenga "en cuenta". "Aunque somos jóvenes llevamos muchos años circulando por aquí. En parte, porque nos sentimos a gusto en la escuela y con todos vosotros", declaró.

Cuatro docentes recibieron la insignia que acredita sus tres décadas en la escuela. Anxo Sánchez Bermúdez, catedrático de Ingeniería Química y exvicerrector, tomó la palabra en representación de los veteranos para recordar sus inicios en Torrecedeira, "hacinados en un barrracón", y adonde llegó de la mano del que después sería el primer rector, Luis Espada.

"Hemos pasado por todo en 30 años y el balance es que hemos creado un gran centro. Debemos estar orgullosos", destacó Bermúdez. También alabó el trabajo de integración de las dos escuelas -superior y técnica- desarrollado por la dirección y parafraseó al actual "presidente en funciones" provocando las risas en el auditorio: "Aquí empecé y aquí no me quiero morir dando clase, pero sí pretendo jubilarme".