Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Varapalo a la urbanización de la Colina de Castrelos

Vecinos de O Piricoto defienden que la licencia municipal está en vigor

Recurren en casación el auto que tumbó el plan para regularizar los tres bloques de 106 viviendas

Vista aérea de la urbanización de O Piricoto, con más de un centenar de pisos, en Castrelos. // R. Grobas

El interminable litigio sobre O Piricoto -la urbanización de la Colina de Castrelos- emprende de nuevo rumbo al Tribunal Supremo tras haber dejado sin efecto el Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) el proyecto para legalizarlo debido a la anulación del Plan Xeral de Vigo. Los propietarios presentarán recurso de casación, según adelanta su abogado, Carlos Potel, y defenderán que el auto que ha frustrado la solución en marcha y ha reactivado la condena de derribo que pesa sobre los tres bloques con 106 pisos "no puso en entredicho la licencia" que el Concello otorgó a los vecinos en 2012, con lo que este permiso -añade el letrado- "sigue vigente".

La licencia municipal condicionaba la regularización a una serie de obras interiores y pequeños derribos para adaptar el edificio a las determinaciones del Plan Xeral ahora anulado. El TSXG aceptó en 2014 el proyecto tras pedir el Concello la inejecución de la sentencia de derribo que pesa sobre la urbanización desde 1994, y dio un plazo de un año para ejecutar las obras. La situación aún daría un giro, ya que el Supremo, resolviendo un recurso de los denunciantes, revocó el auto y ordenó retrotraer de nuevo el procedimiento al TSXG, que debía dilucidar si el Ayuntamiento actuó correctamente o diseñó el Plan Xeral en la zona y concedió la licencia posterior con el ánimo "torticero" de eludir la demolición. El Tribunal Superior aceptó los argumentos expuestos por el Concello, y ratificó que su proceder se ajustaba a derecho, volviendo a conceder un año para las reformas.

Sin embargo, la caída del PXOM ha echado abajo los planes. La sala mantiene en su último auto que el proceder municipal fue correcto, pero ahora no hay base que ampare el proyecto de legalización.

Potel esgrime que la sala no ha anulado en esta resolución la licencia concedida en 2012, con lo que según su interpretación jurídica el permiso municipal mantiene la validez. Además alegará ante el Supremo que el Tribunal Superior dio por válidos los argumentos del Concello para justificar los criterios de ordenación en el Plan Xeral que daban encaje a O Piricoto. "La zona ha cambiado mucho en los últimos veinte años", apunta el letrado.

La urbanización fue condenada en 1994 al derribo "parcial o total" por constituir "una pantalla implacable" sobre el entorno, y más concretamente sobre el Pazo Quiñones de León. Los servicios jurídicos del Ayuntamiento defendieron ante la sala que en los últimos veinte años la zona en la que se ubica la Colina ha experimentado una profunda transformación, y su desarrollo urbanístico da mejor acomodo al Piricoto. De esta manera, el impacto que en su día generaba la urbanización habría menguado, pudiendo corregirse del todo con las reformas a las que estaba supeditada la licencia municipal.

A ello agregaba el Concello que la planificación urbanística para los ámbitos de las inmediaciones incluida en el PXOM de 2008 tenía un diseño similar, lo que acabaría de integrar definitivamente la Colina de Castrelos. Así, el Plan ahora tumbado por el Supremo preveía bloques abiertos de cuatro, cinco y seis plantas en las áreas de Subida á Costa, Vilouza, Pazo y Castreliños.

El TSXG asumió la justificación municipal y avaló de nuevo este criterio en el último auto, si bien tumbó el proyecto de legalización ya que el Plan Xeral había sido anulado. "La licencia se mantiene y los propietarios están dispuestos a realizar las obras", apunta el abogado de los propietarios, que solicitará al Supremo que declare inejecutable la sentencia dando validez al plan de regularización con la reforma.

Nueva demora

Los propietarios no llegaron a iniciar las obras pese a la autorización del TSXG en 2014. Decidieron esperar a que hubiese una resolución judicial definitiva ante la posibilidad de que volviese a torcerse el rumbo de la legalización en recursos posteriores. Así ha sido, pero por causas totalmente inesperadas, ya que no estaba en el escenario la anulación del Plan Xeral.

Ahora pasará al menos un año hasta que el Supremo resuelva la casación. El Concello tramita un nuevo PXOM que mantendrá el modelo urbanístico del anterior -tumbado por una deficiencia de la Xunta en la tramitación ambiental-, y no variará el diseño para el ámbito de O Piricoto. Así, la urbanización volvería a tener encaje en el futuro planeamiento municipal.

Compartir el artículo

stats