Una acción tan sencilla como tragar puede provocar en ciertas personas malnutrición, deshidratación e incluso neumonía. La disfagia no es una enfermedad sino un síntoma asociado a patologías como el Alzheimer, Parkinson, traumatismos craneoencefálicos, ELA o ictus. Los pacientes que la sufren tienen dificultades para deglutir alimentos y atendiendo al grado de complicación se le aplican unos tratamientos u otros.

Povisa cuenta con la unidad de disfagia más avanzada de España y la única en toda la comunidad gallega. Rehabilitación y nutrición son dos de los servicios que ofrece, sin embargo el más novedoso y aquel que está consiguiendo los mejores resultados es el de otorrinolaringología. La unidad cuenta en sus filas con una logopeda que se encarga no solo de dictaminar el grado de afecctación de la disfagia sino que trabaja con el paciente por medio de ejercicios bucales de lengua y faringe de forma que minimiza los efectos de esta dolencia. "La logopeda determina cuál es el tratamiento y la ingesta que debe consumir el paciente. Con un estudio adecuado, su calidad de vida puede mejorar mucho", afirma Miguel Ángel López Vázquez, jefe de la unidad de disfagia de Povisa.

Síntoma infradiagnosticado

Reconoce el facultativo que se trata de una afección realmente "infradiagnosticada". "Muchas veces se le da de alta a una persona sin comprobar que padece este síntoma y a al mes regresa mucho peor", añade López, quien considera prioritario un consenso entre todos los profesionales sanitarios además de una mayor formación de los mismos. "ESta unidad lleva implantada un año y hemos tratado a cerca de 120 personas con ictus que parecen disfagia. En este tiempo comprobamos que si todo el personal trabaja en él y se le suministra el alimento de la forma adecuada su repercusión es mínima", comenta el responsable.

El equipo médico considera primordial un tratamiento dentro de las 24 primeras horas de su diagnóstico, para que el paciente no continúe ingiriendo alimentos de forma incorrecta. "Un tratamiento adecuado en las primeras 24 horas del diagnóstico es vital para evitar futuras neumonías que desencadenan en constantes reingresos. Se trata de la causa de mayor mortalidad en enfermos de ictus al provocar neumonías por aspiración", afirma López.

Aunque la unidad todavía se encuentra en fase experimental, López Vázquez ya adelanta que "las conclusiones son muy positivas. Nunca debemos ver como normal que un paciente trague con dificultades", advierte.