El acto de colocación de una urna con monedas y ejemplares de periódicos del día bajo el suelo de La Metalúrgica derivó en una inesperada bronca. El segundo teniente de alcalde, David Regades, protestó airadamente al quedar relegados a espectadores los miembros del gobierno local. "El Ayuntamiento tiene que estar ahí. Es un acto importante", criticó cuando un miembro del gabinete de Báñez acotó el espacio dejando fuera a los ediles. Pastor, que había cogido unas monedas, se quedó sorprendida y las ofreció reiteradamente a Regades y a Silva, invitándoles a participar. "No te preocupes ministra. Es un gran día para Vigo", contestó la presidenta de la Diputación restándole importancia pero visiblemente enojada. Báñez, en medio de la tensión, le acercó un periódico y Silva lo depositó en la urna "en nombre del alcalde de Vigo" sin disimular su enfado.

A la salida hubo además un pequeño altercado cuando el mismo miembro del gabinete se acercó a los ediles. Empezó excusándose por no haberles "reconocido", pero después les reprochó actuar con "mala educación". El comentario encendió a Regades y sobre todo a Santos Héctor, que se encaró y le espetó que quién era él para reprender a la presidenta de la Diputación. En declaraciones a los medios, Silva calificó el episodio de "muy triste" pero no quiso darle más trascendencia. Báñez se marchó comentándole al miembro de su gabinete, que le explicaba el incidente: "Ni caso, normalidad". Posteriormente portavoces municipales y de la Diputación aseguraron que el ministerio "se saltó el protocolo pactado, que tampoco incluía intervenciones", en alusión al discurso de la ministra durante el acto.