La plataforma SOS Hospital Meixoeiro calculó que se necesitaban unas 700 personas para formar la cadena con la que querían rodear este centro sanitario para "ampararlo" y protestar por su "desmantelamiento". A su convocatoria acudieron más de dos mil, según la estimación de la Policía Nacional que dieron un abrazo simbólico a un hospital que, denuncian, el Sergas está "dejando morir".

"No se puede malgastar el capital público, hay que aprovechar las infraestructuras al 100%", defendió el presidente del colectivo, Miguel Alonso, en el discurso con el que comenzó la jornada. Sostuvo que Vigo "no está preparada" para "lo que pueda venir" y puso como ejemplo el accidente sufrido por los ciclistas en A Guarda. De los cuatro críticos ingresados en el Cunqueiro, uno está en la sala de reanimación postquirúrgica por falta de espacio en UCI. "Hay que planificar sin escaseces, sin pensar en la peseta, porque la sanidad no tiene precio", resaltó.

Así, en una reunión de cuatro horas y media celebrada el pasado jueves, el colectivo propuso al gerente del área sanitaria, Félix Rubial, que el Meixoeiro funcione como hospital de apoyo del Cunqueiro ofreciendo asistencia sanitaria integral, por lo menos, hasta que el nuevo hospital "dé cobertura en tiempo y forma". "Estamos estructuralmente preparados", resalta la vocal Charo Álvarez.

En la reordenación de la atención hospitalaria, el Sergas ha destinado el Meixoeiro a la hospitalización de pacientes que no requieren complejas técnicas diagnósticas ni de tratamiento, a consultas ambulatorias y a la cirugía sin ingreso o de corta estancia, además de los servicios centralizados de laboratorio y esterilización. El gerente trasladó al colectivo que, de este modo, el 80% de las operaciones del Chuvi se harán en el Meixoeiro y se comprometió a potenciar su tecnología laparoscópica. El colectivo le propone que se siga empleando para cirugías más complejas, por lo menos, hasta que los quirófanos del Cunqueiro funcionen a pleno rendimiento para asumir toda esta carga y se acabe con las listas de espera.

Por la reapertura de UCI

Otra de sus demandas es que se reabra la UCI. Consideran insuficiente la existencia de un anestesista de guardia para atender las posibles complicaciones de los pacientes allí ingresados. Asimismo, piden que el equipo de enfermería que le da apoyo sea específico de críticos. Subrayan que ya han tenido una decena de "sustos" que han tenido que trasladar al Cunqueiro. "Hay que tenerlos, y adiestrados, como los bomberos en Peinador: se les necesita pocas veces, pero son imprescindibles", ejemplifica Miguel Alonso. Reclaman también la reapertura de las urgencias con las coberturas necesarias. "No hace falta tener todos los servicios, antes tampoco los tenía".

El colectivo, sin adscripción política ni sindical, está formado por profesionales sanitarios y también por ciudadanos. Como Vanesa Rojo, paciente de la unidad del dolor, que porta un electroestimulador medular. "Durante 8 años no he parado de salir y entrar en el hospital y me tratan de maravilla", cuenta y señala que se percibe "mucho" el cambio desde que abrió el Cunqueiro. "Hay una dejadez total", sostiene y pone como ejemplo que las escaleras ya no funcionan o las filtraciones de viento en las habitaciones, que tapan con toallas. Su último ingreso, donde percibió escasez de profesionales y de recursos como sábanas o mantas y