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El "street art" embellece las ciudades

La ciudad de Lyon, la inspiración del arte mural de Vigo

La ciudad francesa revolucionó su imagen decorando las fachadas de sus edi ficios; hoy es una referencia mundial - Vigo tiene espejo en el que mirarse

La ciudad de Lyon, la inspiración del arte mural de Vigo

Francia y España, una gran ciudad de dos millones de habitantes y una ciudad gallega de casi 300.000; un gran río navegable, el Ródano y un océano a nuestra puerta... Ambas, ciudades industriales potentes con grandes diferencias pero con algunas similitudes.

En Lyon en el año 1982 algunos artistas locales se agrupan en una cooperativa a la que llaman Cité Creatión y emprenden la tarea de pintar en una zona obrera un mural que reivindica el nacimiento del barrio alrededor de la llegada del ferrocarril. Se inicia así una trayectoria que ha convertido a Lyon en una de las capitales mundiales del muralismo, del street art o del arte urbano, como se le quiera llamar. Sin duda la más importante de Europa en competencia con otras ciudades del mundo como Berlín, México, Valparaíso y muchas otras donde el arte mural ha cobrado fuerza caracterizando para sus propios habitantes, y quienes como turistas las visitan, y logrando proyectar su imagen al mundo.

El segundo hito, conocidísimo por sus repercusiones y su grandiosidad es la fachada posterior de un gran edificio de pisos modestos para obreros situado en el barrio alto de la ciudad, la antigua zona de los telares de seda que crearon durante siglos la riqueza y la influencia de Lyon. El barrio de La Croix Rousse o de los Canuts, como así se llamaban los empleados de estos pequeños talleres -quienes por cierto protagonizaron en los primeras décadas del siglo XIX varios sonados levantamientos en las primeras fases del capitalismo industrial- vio aparecer ante sus ojos en un barrio bastante degradado entonces, un enorme mural de 1.200 metros cuadrados, el mayor trampantojo de Europa, en el que se exhibía una imagen hiperrealista de las empinadas escaleras que entre las casas en pendiente comunican ese barrio alto de trabajadores con la zona baja burguesa y noble de la ciudad.

El mural de los Canuts, dibujado en 1987 siguiendo la técnica del trampantojo, se constituyó en un motivo de orgullo popular y en un hito que hoy, 30 años más, tarde visitan los turistas, como ha hecho quien esto escribe.

El mural retrata también sobre la escena a las personas populares del barrio y se ha ido adaptando en dos sucesivos repintados, en 1997 y 2002, a los cambios que éste experimentaba, reflejando igualmente las transformaciones de las personas que figuraban en su primera versión. Los que en un primer momento eran niños y disfrutaban de su patinete se muestran como adultos jóvenes en una segunda versión. También las casas reflejaban los cambios que un plan de reformas y una puesta en valor del barrio experimentó en los años 90.

Tras esta iniciativa Cité Creatión pintó la pared posterior degradada de un edificio situado frente al río Saona, reproduciendo la fachada con ventanas y balcones de la parte delantera, situando en ellas a las personas que desde los más remotos tiempos, habiendo nacido en Lyon, alcanzaron la fama. Se puede así ver entre otros en un balcón a los hermanos Lumière con su cinematógrafo, al cineasta Bertrand Tavernier filmando la fachada, a Saint Exúpery con su Principito o al inventor del telar mecánico, el señor Jacquard, que ha permitido desde entonces que todas las telas del mundo muestren los más variados dibujos geométricos.

Al nivel de la calle, de una ficticia librería, sale con un lote de libros Bernard Pivot, el conocido crítico literario de la televisión francesa. A continuación, también a la puerta de un restaurante imaginario, podemos observar la oronda y sonriente figura del lionés más famoso en el mundo gastronómico, Paul Bocusse, cuyo negocio de restauración, situado más a las afueras, exhibe una trabajada decoración mural.

Este mural conocido como "el fresco de los lioneses" es uno de los hitos turísticos inexcusables de la ciudad. Desde entonces la empresa cooperativa ha extendido sus actividades por Francia y ha saltado las fronteras de todos los países de Europa y del mundo dando lugar a una filial en Berlín y otra en Quebec la capital francófona de Canadá, abriendo asimismo filiales en Jerusalén, Moscú, Yokohama y Shanghái.

En España ha podido realizar con motivo de las Olimpiadas de Barcelona 92 un fresco conocido como "el balcón de los catalanes", a cuyas ventanas y balcones de manera similar a Lyon se asoman personajes conocidos de Cataluña, empezando por su más ilustre visitante, Pablo Picasso, o el violonchelista Pablo Casals.

Entre el grafiti y la academia

Los murales de Cité Creatión, que siguen todas las modalidades existentes entre el grafiti urbano y el arte académico, se han desarrollado especialmente en la faceta del mural en trampantojo con características históricas o identitarias. Sirven para representar culturas visuales lejanas, como por ejemplo la influencia de los muralistas mexicanos o para poner en valor la historia y la identidad de ciudades como Quebec con sus primeros pobladores venidos de Francia; a Brest con la vida de los astilleros en el siglo XIX, siempre con un componente que busca dar información al visitante y promover también las emociones y la autoestima de las personas que habitan ese barrio o esa ciudad.

Son murales específicos y únicos, pues vinculan la historia, la cultura, la vida social, la identidad y las memorias colectivas compartidas de cada uno de los lugares donde se ubican.

Paseando por las calles de Lyon, uno trata de entender las razones que originaron este movimiento en la ciudad y se detectan ciertas similitudes con Vigo. Lyon construyó desde los romanos parte de su poder económico y de su crecimiento en relación con el importante puerto fluvial que a través del Ródano acercaba las mercancías de las Galias al Mediterráneo y las recibía también de éste, río arriba.

La seda fue siglos más tarde el núcleo fundamental de una riqueza industrial que dividió de alguna manera a la ciudad entre la zona baja de la rica burguesía y la alta de los obreros de los telares. Hasta que la seda fue sustituida por los nuevos tejidos sintéticos, entrando la ciudad en una cierta decadencia que vino a mitigar la aparición de la industria del automóvil, con los camiones Berliet, y la electricidad. En los barrios populares llegó a haber más de 300 marcas de automóviles en los primeros años del siglo XX.

La industria automotriz une de alguna manera ambas ciudades, aunque en Lyon tal dispersión de fabricantes acabó llevándolas a una inevitable selección y hoy en día persisten en Francia las dos marcas que conocemos.

Decadencia y revitalización

Con los años las pequeñas industrias con sus talleres y almacenes fueron desapareciendo, por lo que sus barrios obreros muestran hoy instalaciones y naves abandonadas, separadas unas de otras y entreveradas en el tejido urbano de edificios de viviendas de dos o tres pisos que muestran a los viandantes unas espléndidas medianeras.

Uno tiende a pensar que el deseo de embellecer estos barrios en este momento en declive que a un vigués recuerdan los muros y las naves de nuestro barrio de Teis, ha sido uno de los estimulantes que promocionó el arte mural. Para un vigués tampoco pasa desapercibido y menos ahora en los tiempos del Vigo Vertical, que la línea de metro que une el centro con el barrio alto supera, gracias a un mecanismo de cremallera, una pendiente del 17%!

Este urbanismo en el que conviven -con un desorden que uno pensaría no existe fuera de nuestro país- viviendas y solares abandonados que a menudo se convierten en aparcamientos irregulares, da pie también a la existencia de esquinas pobladas por matojos u ocupadas por edificios sin uso posible que el Ayuntamiento hábilmente ha adquirido convirtiéndolas en pequeños rincones urbanos que son devueltos al esparcimiento y uso ciudadanos, dotándolos de un pavimento, de unos cuantos árboles y de bancos con una austeridad que sorprende ver en una ciudad que uno cree rica y potente. "Acupuntura urbana" se llama eso.

Esta modestia de hacer lo posible convocando al vecindario y a los artistas locales es lo que nos ha inspirado a proponer a través de Outrovigoéposible una iniciativa similar en nuestra ciudad que vemos con satisfacción se abre camino ya en su segunda edición.

Cada ciudad en esta expansión mundial del grafiti y del arte urbano sigue sus propias reglas y debe de encontrar su manera y su identidad, tratando de alejarse de las copias miméticas de otros sitios, aunque la gran movilidad de los artistas murales comunica en red todo el mundo y aporta aire fresco a las técnicas y motivos.

La identidad de una ciudad

Poner sin embargo en valor la historia de la ciudad, los trabajos de hombres y mujeres que la hicieron rica y habitable como en nuestro caso la pesca, la industria naval, la conservera o más recientemente la automoción y las nuevas tecnologías, así como de las personas y colectivos que hicieron sus aportaciones a la cultura, al arte, a la convivencia, a la solidaridad, a los servicios públicos fundamentales y a los cuidados medioambientales que son sin duda valores seguros, sí se reflejan en nuestros muros y medianeras.

También lo son o lo pueden ser los murales que aborden nuestro carácter de ciudad cosmopolita y de acogida para todas las personas, especialmente para quienes peor lo pasan, que es algo característico de Vigo, constituye un valor seguro combatiendo la exclusión, la xenofobia, el sexismo, la violencia y la pobreza.

En las propias palabras de Cité Creatión, "estos murales y pinturas urbanas muestran fuertes identidades culturales, con la finalidad de poner en valor, embellecer y convertir en mágicos los edificios, las ciudades, barrios, empresas y los espacios, para orgullo de sus habitantes".

Vigo, que está cambiando a mejor estos últimos años como casi todo el mundo reconoce, puede utilizar sus pinturas murales para potenciar y publicitar sus cambios y sus proyectos, para promover la autoestima de sus habitantes que tanto necesitan la confirmación de que Vigo es una hermosa ciudad para vivir como nuestros visitantes ya saben, y para abrirse al mundo mostrándose aún más como una ciudad industriosa, trabajadora, culta, pacífica, acogedora y vivible. Siempre abierta a todos los caminos marítimos que nos unen al mundo.

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