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El instituto biomédico crea con una universidad canadiense el primer kit para detectar la depresión en sangre

Trabajan en el desarollo de una prueba que permite predecir el tratamiento al que responde cada paciente y evita años de ensayo y error

La doctora Rivera // J. Santomé

Se pueden tardar años en encontrar el tratamiento que mejor le funcione a un paciente con una enfermedad psiquiátrica. Ante la inexistencia de un método mejor, se hace mediante ensayo y error, testando cada fármaco durante dos meses. A esta demora en la aplicación de la terapia adecuada, se suman los importantes efectos secundarios de estas medicaciones. Todo esto se podría evitar con el análisis de una simple gota de sangre. El grupo de enfermedades neurodegenerativas y patologías mentales del Instituto de Investigación Biomédica (IBI) Galicia Sur ha firmado un convenio de colaboración con la universidad canadiense de Sakatchewan y la plataforma gallega Innopharma para desarrollar el primer kit de pruebas que permita predecir a que responde mejor las personas que sufren trastornos afectivos, como el bipolar o la depresión, que afectan a un 15% de la población.

La disminución de los niveles de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina o la noradrenalina es lo que influye en la aparición de los trastornos afectivos. Los encargados de hacer que estos mensajeros químicos entren en las células nerviosas son unas proteínas que se denominan transportadores y que se distribuyen por su superficie. Se sabía que se agrupaban cuando realizan su labor correctamente. Lo que no se había estudiado es cómo se comportan en enfermos psiquiátricos.

El grupo del instituto con base en el Chuvi e investigadores de la Universidad de Santiago comprobaron que, en los que padecen depresión, los transportadores se dispersan. Analizando de cuál se trata -que neurotransmisor introducen- permite aplicar los fármacos más adecuados.

El proyecto inicia ahora una segunda fase, que durará unos tres años, en la que se pretende comprobarlo con una muestra más grande y patentar el kit predictor que permita una medicina personalizada para estos pacientes. Para ello, se ha firmado este convenio entre el IBI Galicia Sur y la universidad canadiense de Sakatchewan, donde ahora ostenta una cátedra uno de los investigadores que iniciaron el proyecto, el doctor Héctor Caruncho. Se encargará de la Dirección científica. De esta institución participa también la doctora Lysa Kalynchuk. Por parte del instituto vigués llevan varios años trabajando en este estudio la doctora Tania Rivera Baltanás y el jefe del Servicio de Psiquiatría del Chuvi, José Manuel Olivares, que se hará cargo de la Dirección clínica.

Para transferir el conocimiento que obtengan con esta investigaciones, han incorporado al convenio a la plataforma Innopharma, una iniciativa gallega para el descubrimiento temprano de fármacos que dirigen la farmacóloga Mabel Loza y el genetista Ángel Carracedo, con los que colaboran desde hace mucho tiempo. "Nos puede ayudar a valorizar los resultados que obtengamos", sostiene Olivares. Con el convenio esperan tener más posibilidades en el acceso a fondos públicos y privados para financiar sus investigaciones.

El proyecto también servirá para generar un mayor conocimiento de estas enfermedades, viendo qué tienen de diferente las personas que responden a un tratamiento y las que no. Además, permitirá generar nuevas dianas terapéuticas para los pacientes resistentes al tratamiento. Aunque trabajan con trastornos afectivos, creen que podría extrapolarse a la esquizofrenia.

La psiquiatra Tania Rivera destaca que la prueba "no tiene prácticamente" ningún coste por lo que, una vez desarrollada, podría incorporarse al sistema público fácilmente. Con ello, no solo se simplificaría el tratamiento para el paciente y se evitaría el sufrimiento de efectos secundarios innecesarios, sino que supondría un "importante ahorro para la Administración".

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