El megavelero de 48,5 metros de eslora, Dwinger, luce ya en el puerto de Marina Davila, en Bouzas. Procedente del Mediterráneo, llegó a última hora del viernes, y pronto le acompañará en estos pantalanes, como avanzó FARO, otros tres lujosos yates que ya navegan rumbo Vigo: el Michaela Rose, el Pegasus VIII y el Phoenix 2.

El Dwinger es una embarcación de lujo perteneciente a un multimillonario holandés que lo dedicada al chárter, a razón de 75.000 euros por semana, según la web especializada "superyatchs.com". Fue constuido en aluminio por el astillero holandés Royal Huisman bajo el diseño del Gerard Dijskra y es fácilmente reconocible por la altura de su mástil, que se alza por encima de los 60 metros. A bordo, los 11 invitados que puede acoger este exclusivo velero dentro de unos niveles de confort excepcionales, incluido un chef de cocina con pedigrí Michelín, disponen para su disfrute de motos de agua, embarcaciones a vela y motor, tablas a vela, y un largo etcétera para la práctica de deportes náuticos.

Pero la estrella es sin duda un coche anfibio, solo visto en las películas de James Bond, donde el pasajero puede visitar una ciudad sin necesidad de que el velero atraque, conduciendo desde éste hasta tierra firme. Este velero ya estuvo en Vigo en varias ocasiones, la última hace cinco años. Su escala en la ciudad será aprovechada para embarcar provisiones y dar un descanso a su tripulación. Después zarpará con rumbo al Norte de Europa, donde operará a partir de mayo.

En las próximas horas arribarán a Marina Davila los otros tres megayates. El primero en atracar será el Michaela Rose, de 49 metros de eslora, anoche navegaba a la altura de Figueira da Foz (Portugal).