El joven de 22 años acusado de hacerse pasar por un falso inspector de la compañía eléctrica en domicilios de mujeres ancianas para robar joyas y dinero, volvió ayer a los juzgados por un nuevo caso. Esta vez la víctima fue una octogenaria de la calle Triunfo, a quien mientras mantenía pulsando un interruptor en una dependencia de la casa para ver si afectaba al resto de la instalación, le robaron tres relojes de oro, varios anillos, pendientes y alianzas del mismo material y engarzadas con piedras preciosas, además de una importante cantidad de dinero en efectivo. La mujer identificó al presunto ladrón en un reconocimiento fotográfico y la Policía Nacional le detuvo al comprobar que era el mismo joven que habían detenido días antes por hechos similares en otros cinco domicilios.

En el Juzgado de Instrucción 6, en funciones de guardia, el detenido negó cualquier relación con el robo y culpó a un compañero de una compañía de instalaciones eléctricas con quien asegura trabajar. En cuanto a su huella dactilar en alguna de las viviendas no negó haber estado allí, aunque con el compañero que al que responsabiliza de los robos.

El juez de guardia dejó en libertad al joven ya que se le implicaba en un sólo hurto, delito que no conlleva medida cautelar de privación de libertad, pues no hay fuerza sino posiblemente engaño, por lo que el fiscal no pidió su ingreso en prisión provisional.

La Policía Nacional, sin embargo, atribuye al mismo joven otros dos robos más. La víctima de uno de ellos es una anciana vecina también de la calle Triunfo. Ambos casos habrían tenido lugar el pasado 26 de febrero, antes de la primera detención el pasado 4 de marzo. El tercer robo se habría producido tras quedar en libertad el 5 de marzo.

En principio ninguna de las víctimas, que al menos son ocho, había denunciado que el falso inspector de la luz actuara con otra persona; extremo que se investigará ahora. De resultar falso a los distintos hurtos podría sumarse un delito de estafa continuada.