La Confederación Galega de Personas con Discapacidad (Cogami) vivió ayer dos inauguraciones. Una, oficial. La de las nuevas dependencias de Navia, destinadas principalmente a la orientación laboral que están en funcionamiento desde septiembre. Y otra, real. El estreno de las instalaciones de atención a la discapacidad que han habilitado en la antigua casa de los médicos del Hospital Psiquiátrico Rebullón. Disponen de un centro de día y otro de terapia ocupacional, un aula de formación y una vivienda tutelada. En total, son 76 plazas homologadas, pensadas para personas con discapacidad física.

El colectivo, desde 2001, disponía de algunos locales en el edificio central del psiquiátrico y en uno de los antiguos pisos de médicos, donde ofrecían programas de vida autónoma para adultos. Esta precaria situación no le permitía realizar actividades homologadas -y acudir así a ayudas y conciertos- y solo tenían posibilidad de atender a 48 usuarios. Para que pudieran disponer de su propio centro, de funcionamiento autónomo y adaptado a las nuevas normativas, el Servicio Galego de Saúde (Sergas), hace casi tres años, les cedió el edificio anexo que albergaba la dirección del hospital y la antigua casa de los médicos (1.059 metros cuadrados), así como la parcela que lo rodea (4.500 metros cuadrados).

En la reforma de las instalaciones, la confederación ha invertido 1,2 millones de euros y algo más de tiempo del que esperaban, ya que la previsión inicial era que abriera a lo largo del año pasado.

La plantilla realizó el martes la mudanza desde los locales que ocupaban en el edificio principal ocupaba en el antiguo hospital pisquiátrico, vacío desde que el pasado 19 de enero se trasladó a sus pacientes al Nicolás Peña. En el inmueble reformado disponen de un centro de día con 34 plazas destinado, entre otras cuestiones, a personas con discapacidad graves, atención rehabilitadora y asistencia especializada. El centro ocupacional puede atender hasta 22 usuarios y en él se imparten programas dirigidos a la integración educativa, psicosocial, física y prelaboral. Cuenta con un aula de formación habilitada para grupos de 15 personas. Además, en la vivienda tutelada hay espacio para cinco ocupantes que podrán pernoctar, a diferencia del anterior programa de vida autónoma.

El presidente de Cogami, Anxo Queiruga, destaca que es un gran paso en la mejora de la atención a este colectivo para el área viguesa. "Era una necesidad que ahora es una realidad", cuenta y añade: "Ahora queda una parte importante que es concertar los servicios con la Xunta y buscar colaboraciones con otras administraciones". Explica que al haber adaptado las instalaciones a las nuevas normativas pueden presentarse a estas convocatorias de ayudas. Espera que esto se pueda traducir en una ampliación de plantilla de los 12 actuales a 24. La vivienda tutelada no se pondrá en marcha hasta que no se logre concertar.