Si se comparasen dos fotografías del Casco Vello de Vigo, una tomada a finales de los 90 y otra en la actualidad, encontrar parecidos sería una tarea difícil. Se mantienen los edificios, las fachadas, plazas, fuentes, arcos... Pero todo lo demás ha experimentado una transformación radical, a la que es difícil encontrarle precedentes. La inversión y trabajo desarrollados por el Consorcio Casco Vello ha permitido recuperar el barrio, atraer a un centenar de nuevas familias -hoy residen en la zona 3.837 personas- y casi una treintena de negocios, acoger varias sedes de organismos públicos y convertirse en una de las zonas más "de moda" y dinámicas de la ciudad, con una hostelería pujante y vital. Ayer, antes de acudir al acto celebrado en la delegación de la Xunta para festejar los primeros 10 años del consorcio, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo; y el alcalde, Abel Caballero, recorrieron el Casco Vello para constatar esa "mutación". Con ellos iban ediles, el delegado autonómico, Ignacio López-Chaves; y la conselleira de Vivenda, Ethel Vázquez.

Durante su tour visitaron algunos de los negocios que revitalizan el barrio, como uno de los espacios coworking que acoge, una pastelería o una joyería situada en la zona baja del Casco Vello, cerca de la Concatedral. También entraron en una de las viviendas reformadas por el consorcio y que permanece a la espera de recibir a sus primeros moradores. Caballero y Feijóo comprobaron la filosofía innovadora con la que se recuperan los inmuebles -respetando siempre la estructura tradicional- y su calidad. El presidente gallego llegó a alabar incluso los materiales con los que se reformó un estudio. A su paso, Caballero y Feijóo saludaban a los vecinos y comerciantes que descubrían, asombrados, a las autoridades inspeccionando el barrio seguidas por una docena de cámaras, fotógrafos y periodistas.

El recorrido pasó también por la sede del Servicio Común de Notificaciones y Embargos, situado en el Casco Vello desde octubre de 2015. En los últimos años el barrio histórico de la ciudad ha pasado a albergar casi una decena de edificios institucionales que ayudan a revitalizarlo, como el Centro Galego de Fotografía, las sedes de los Registradores de la Propiedad y la Asociación Provincial de los Empresarios de la Construcción, el Centro de Interpretación de las Illas Atlánticas, el aula de la UNED, la Pinacoteca o el centro Camões.