El objetivo de conectar Vigo y Oporto por tren en hora y media está un poco más cerca. El Gobierno de Portugal sacó ayer a concurso la electrificación de un tramo de 43,5 kilómetros del corredor ferroviario, el situado entre las urbes de Nine y Viana do Castelo. Según los detalles publicados en el Diário da República -el boletín oficial del Ejecutivo luso-, el plazo de ejecución es de algo menos de un año y medio (450 días) y el contrato incluye las estaciones técnicas necesarias para prestar el servicio. Las firmas interesadas en la obra disponen ahora de dos meses para enviar sus propuestas. El proceso lo supervisa Infraestruturas de Portugal.

Una vez modernizado ese tramo, quedaría pendiente el que separa los municipios Viana y Valença do Minho, hasta la frontera con Galicia, que ronda los 50 kilómetros. Fuentes oficiales del Gobierno luso citadas ayer por el Jornal de Noticias aseguran que "entre 2017 y 2018 tendremos obras estructurales en la electrificación de estos dos tramos y en la resolución de varias restricciones relacionadas con la calidad y rapidez del transporte de pasajeros y de mercancías".

La mejora del tramo Nine-Viana fue uno de los compromisos alcanzados en la última cumbre entre los Gobiernos de España y Portugal. Aunque su licitación estaba prevista hace unos meses, las elecciones retrasaron el concurso, que ya anunció el pasado 17 de febrero el ministro luso de Infraestructuras. La mejora del corredor ferroviario del Miño -que enlaza las estaciones de Guixar y Campanha- es una de las grandes reclamaciones de la Eurorregión. El tramo que queda por modernizar en territorio español es muy corto, de solo ocho kilómetros entre Guillarei y Tui.

A día de hoy el tren tarda cerca de dos horas y cuarto en cubrir un trayecto de 160 kilómetros. Es casi una hora menos de lo que se demoraba hasta julio de 2013, cuando se facilitó la venta de billetes y suprimió la mayoría de las paradas intermedias. De las 15 que se realizaban hasta entonces se pasó a las tres actuales. El objetivo acordado entonces fue reducir el tiempo de viaje a 90 minutos en 2016.