En marzo del pasado año el Banco de Alimentos comenzó a notar que sus provisiones habían bajado más rápido de lo esperado. Al comprobar el número de kilos que estaban distribuyendo a las entidades sociales, que se encargan después de repartirlos a las familias, comprobaron que habían pasado de dar 50.000 kilos de comida al mes a 150.000. La Gran Recogida realizada las pasadas Navidades, cuando batieron su propio récord y almacenaron más de 300.000 kilos, sirvió para reponer el stock del almacén, pero los alimentos siguen saliendo a una velocidad muy elevada. Por eso el Banco de Alimentos comienza hoy su primera operación kilo del año en el Alcampo de Coia, hipermercado donde la ONG movilizará a medio centenar de voluntarios.

"Queremos evitar caer en el desabastecimiento", explica el presidente de la fundación, Pedro Pereira. Asegura que las peticiones de alimento de este año son similares a las de 2015, cuando aumentaron, "o incluso todavía más", indica. La entidad ayuda a más de 25.000 personas de toda la provincia y asegura que cada vez son más las que se acercan al umbral de la pobreza. "La situación real es que han aumentado los niños en riesgo de pobreza o ya en la pobreza", afirma. La Fundación Provincial repartió cerca de 1,7 millones de kilos de comida en 2015, lo que representa un 30% más que en el año anterior.

Hoy y mañana se podrá colaborar en esta operación kilo, que ayuda a mantener sus arcas de alimentos. Los productos más demandados son leche, galletas, cacao, aceite y conservas vegetales de todo tipo.

Durante 2015, la entidad llevó a cabo un total de siete Operaciones Kilo, en más de una docena de superficies comerciales, que aportaron unos 84.300 kilos de alimentos a la despensa de la sede de la ONG, un importante impulso en lo que a solidaridad ciudadana se refiere y que refleja la relevancia de este tipo de acciones.