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Del rodillo al consenso en tres años

El alumbramiento de la ley de 2012, aprobada por el PP en solitario y con el rechazo de Vigo, contrasta con el acuerdo actual de todos los grupos políticos para modificarla

Nada tienen que ver la fotografía que ofreció el Parlamento de Galicia el 10 de abril de 2012, al aprobar el PP la ley que entonces se votaba haciendo valor su mayoría aplastante; y la que acogió este mismo lunes la delegación de la Xunta en Vigo, tras alcanzar un consenso el Ejecutivo gallego y 14 alcaldes de la comarca. Nada, salvo el tema que en ambos casos estaba sobre la mesa: el futuro del Área Metropolitana. En poco más de tres años y medio el organismo ha tenido dos "alumbramientos", aunque muy distintos el uno del otro y con un clima radicalmente opuesto en ambos casos.

En abril de 2012 los populares sacaron adelante la Ley del Área Metropolitana de Vigo gracias a su peso en la Cámara, donde gozaban de 38 votos a favor frente a los 37 en contra que sumaban PSdeG y BNG. El ente supramunicipal nacía así marcado por la falta de consenso y -lo igualmente grave- sin liderazgo y con la desafección de Vigo, la llamada a ser cabecera del Área. No había acuerdo sobre el sistema de gobierno, ni el transporte, ni las competencias.

Esa "herida" con la que nació el ente se gangrenó durante los meses siguientes hasta volverse insoportable el 23 de agosto de 2012, el día en que el reglamento obligaba a constituir el organismo. La negativa de Vigo a sumarse decidió al PP a dar por perdida la entidad. Sus miembros renunciaron a presentar un candidato a la presidencia, con lo cual el Área gozó apenas de unos minutos de "vida": se constituyó, entró en suspenso... Y encalló.

Treinta y cinco meses tuvieron que pasar para que el organismo metropolitano escribiese la primera línea de su nueva "vida". Tras unas elecciones municipales que cambiaron el mapa político de la comarca, el 6 de julio de 2015 Abel Caballero y Alberto Núñez Feijóo mantuvieron una cumbre vital en Santiago. Entre los muchos temas que allí se trataron destacó el compromiso de ambas partes de "desatascar" el Área. En apenas unos meses Caballero y Xunta arrancaron sendas rondas de contactos con los regidores para buscar un consenso y modificar la ley fallida de 2012.

Tras muchas reuniones el primer paso decisivo se dio el 19 de enero, cuando los 14 alcaldes del Área y la Xunta pactaron el gobierno, la financiación y las competencias del futuro ente. Quedaba no obstante el tema más espinoso: el transporte. En menos de un mes se intercambiaron ideas y celebraron tres cumbres públicas; un ritmo inusitado que fructificó el lunes, cuando Xunta y concellos dieron por alcanzado un pacto.

De la discusión crispada de 2012 se pasó al apretón de manos y la foto en familia entre risas.

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