La relevancia de los restos de la época romana aparecidos al mes de iniciarse las catas arqueológicas aboca las obras para recuperar el "palacete" de la calle Oliva a un retraso de duración impredecible. La primera excavación en el solar de los dos inmuebles que se proponen restaurar -número 2 y 4 de la citada calle- ha permitido confirmar la presencia de una necrópolis con al menos dos tumbas, una de ellas muy bien conservada y hastacon huesos en su interior. Ante la posible trascendencia de estos hallazgos, la Dirección Xeral de Patrimonio ha exigido a la constructora una ampliación del área de intervención arqueológica. En la parcela, lindante con las calles Oliva, Laxe, Xoanelo y Baixada ao Forte, han cesado los trabajos contratados por la promotora Getting Back Stones.

Los arqueólogos implicados en las catas iniciadas el pasado 12 de enero ya temían toparse con algo importante. De hecho, los anteriores propietarios del solar del conocido como Pazo de los Marqueses de Valladares renunciaron a seguir adelante con un proyecto parecido al impulsado ahora después de que nueve sondeos manuales, exigidos también por Patrimonio Histórico, documentasen en 2009 "restos estructurales de cronología indeterminable" así como materiales cerámicos "bajomedievales".

Esta última excavación ha confirmado todas las sospechas. Según consta en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, queda constatada "la presencia de una necrópolis de cronología romana con la presencia clara de dos tumbas estructurales, una de ellas en excelente estado de conservación y con restos óseos en su interior". A estos añaden la existencia de lo que denominan "fosas", a las que se atribuye la misma finalidad que las tumbas, si bien no se han podido cuantificar "ya que algunas solo asoman parcialmente".

Patrimonio de la Xunta justifica la petición de ampliar la excavación en área, hasta abarcar casi toda la parcela, "para poder evaluar con mayor precisión la importancia arqueológica del espacio". Al margen de las dos sepulturas mencionadas, cuya data sitúan entre los siglos III y hasta el final del tardorromano en el siglo VII, se comprobó "la visión parcial" de otra posiblemente también del periodo romano. Además se localizaron otras estructuras de piedra de cronología diversa, características de finales del siglo XVIII y hasta comienzos del XX, aunque con los sondeos realizados hasta ahora resulta imposible precisar "la interrelación entre ellos ni su funcionalidad", aduce la citada documentación.

En la actualidad, tanto la obra privada como la excavación están paradas, según fuentes municipales. La arqueóloga designada por la promotora tiene que elaborar un proyecto para enviarlo al departamento autonómico. A partir de aquí habrá que esperar por el dictamen de Patrimonio y su autorización para extender la actuación a todo el solar. Este proceso podría durar meses, lo que deja sin fecha el inicio de las obras de restauración del "palacete" que un proyecto anterior pretendía destinar a apartamentos.

Desde el departamento dependiente de la Consellería de Cultura aseguran que los restos aparecidos en la calle Oliva se trasladarán al Museo Quiñones de León. El Concello aún no ha recibido ninguna comunicación al respecto, pero admiten que "es una práctica habitual".