Los alcaldes del Área dieron ayer un paso más para desatascar el principal punto de fricción que impide activar el organismo: el transporte metropolitano. Tras una cumbre a la que acudieron 14 de la veintena de municipios que han mostrado su voluntad de sumarse al Área, los regidores coincidieron en señalar "avances" y un "clima de cooperación", aunque aún hay discrepancias.

Durante la reunión se analizaron los borradores elaborados por el Concello de Vigo y la Xunta. Según avanzó el alcalde olívico, Abel Caballero, el objetivo de los primeros ediles es trabajar ahora para acudir a la cumbre convocada por San Caetano el 22 con un planteamiento "unánime": "A partir de ahora me enviarán las propuestas y remitiré una definitiva; la vamos a acordar muy rápido". Caballero dio a entender que el texto base será el que ayer entregó a sus homólogos, una revisión del borrador original de Vigo tras analizarse el de la Xunta. La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, valoró que, "si seguimos con esta línea de trabajo, creo que el 22 podremos llegar a un acuerdo definitivo".

Durante la entrevista, que duró poco más de una hora, hubo consenso sobre la importancia de que en el comité de coordinación que se encargará de articular Vitrasa con el transporte interurbano estén representados todos los ayuntamientos. No así sobre si la Xunta debe sumarse o no a ese organismo.

En el borrador que envió esta misma semana a los consistorios, el Gobierno gallego planteaba que constituyeran el comité tres miembros: uno designado por la Xunta, otro de Vigo y un tercero que representaría al resto de los municipios del Área. Para Caballero "no se entiende"la presencia autonómica, una vez transferidas las competencias, y ve una "contradicción" que San Caetano se incorpore al ámbito de la movilidad pero no a otros, como el de la política social.

"La Xunta no va a estar, igual que la Generalitat no está en el Área de Barcelona", zanjó: "Si algún día queremos acordar algo con la Xunta, nos reuniremos con ella". La propuesta de Vigo es que todos los primeros ediles participen del comité con el mismo peso del que gozarán en la asamblea. El borrador de Praza do Rei plantea también que el Área redacte su propio plan de transporte, que recibiría la financiación "necesaria" de la Xunta.

Opinión distinta mantiene Nidia Arévalo. La regidora de Mos considera"lógico" que todos los ayuntamientos estén "representados" en el comité, pero también San Caetano. "Hay transbordos y líneas que dependen de ella; es el único motivo por el que debe estar en esa mesa"-explicó, en referencia a las líneas de bus que enlazan con el resto de provincias gallegas o comunidades- "Yo creo que podemos llegar a un acuerdo de que estemos todos los concellos y la Xunta".

Para alcanzar ese punto de encuentro, la popular abogó por que todas las partes sean "lo más respetuosas posibles con sus manifestaciones" y no "salirse de madre". Aunque Arévalo no quiso concretar a quién se refería, sus declaraciones llegan apenas 24 horas después de que Caballero tachase de "insulto" y "broma de mal gusto" la propuesta elaborada por la Xunta.

Sobre las competencias del comité, Vigo plantea que "apruebe" la coordinación de rutas, frecuencias, horarios, paradas y la conexión entre servicios. También las "condiciones de penetrabilidad" del bus interurbano en Vigo y de Vitrasa en otros municipios, si bien "la última palabra" en estos casos la tendría siempre el departamento de Tráfico del concello afectado.

"Compartimos la llegada del transporte urbano de Vigo a algún ámbito exterior, previo al estudio del coste y la asignación que pueda tener"-declaró en relación al servicio de Vitrasa- "Si es un coste no muy importante lo asumirá Vigo, pero si alguien pide que vaya a algún sitio con un coste relevante, tendrá que estudiarse el coste y asignarse por tanto al ayuntamiento que corresponda, que como es natural no es el emisor del bus". La ciudad estaría así dispuesta a facilitar la extensión de las líneas de Vitrasa a otros concellos.

Caballero explicó que el punto del borrador que le causa "alarma" es el que -asegura- "dice que Vigo no puede aplicar políticas de transporte para la ciudad y sus empadronados". Según aclaró, en la práctica eso supondría que "la tarjeta verde de Vigo sea para todo el mundo, sea de donde sea; y eso le podría costar a la ciudad más de 1,5 millones". El regidor pidió a la Xunta que aclare ese detalle y aseguró que los alcaldes "tenemos una visión acordada de que Vigo puede aplicar políticas de transporte para sus ciudadanos". "Si eso se elimina" -anotó Caballero en alusión a ese párrafo del documento de San Caetano- "estamos muy cerca de llegar" a un consenso.

"Una vez hablado eso podemos llegar, después del acuerdo sobre la ley, al estudio del plan de transporte metropolitano. Vigo estudiará su integración a fondo", abundó Caballero, quien confía en que ese plan esté "a la mayor brevedad posible".

Para Arévalo el "caballo de batalla" y el requisito irrenunciable es, no obstante, la financiación, que debe quedar "reflejada en la ley". "Le pedimos al alcalde que, con el plan actual u otro, Vigo aporte una cantidad económica según el número de usuarios", recalcó. Caballero anotó que "Vigo paga muy por encima de los usuarios que tiene": "Vigo va a pagar en su momento de acuerdo con otro criterio, lo comparto, porque si pagamos por los usuarios sería baratísimo".