El protagonismo de las ciudades sigue en aumento desde el siglo XX y se ha convertido en un personaje más de la literatura y el cine que se desarrollan en todo el mundo. Alba Diz y Javier Rivero han analizado la visión que ofrecen de Vigo alrededor de una veintena de títulos y la mayoría coinciden en mostrarla como un "entorno hostil" aunque también hay referencias constantes a la belleza de su entorno natural.
"Es una tendencia general presentar a Vigo como un escenario de conflictos por circunstancias históricas como la emigración, la Guerra Civil, el narcotráfico, la reconversión y el desarrollo urbanístico o simplemente como espacio donde tienen lugar violaciones y asesinatos. Aunque también da pie a imágenes más amables relacionadas con su paisaje o la reivindicación de Vigo como ciudad progresista y capital cultural en el ámbito gallego", explica la viguesa Alba Diz, licenciada en Filología Hispánica en el campus y con un máster en Estudios Literarios por la Complutense.
Ella y Javier Rivero, que ya ha obtenido el título de doctor, forman parte de un grupo de investigación de la universidad madrileña que analiza el espacio urbano en la literatura, el cine y otras artes, un tema "que no se agota".
Diz realiza su tesis sobre la perspectiva de las ciudades en la obra del rumano Mircea Cartaceu, uno de los autores que figuran en las quinielas del Nobel. Rivero, por su parte, dedicó la suya al estudio de varias ciudades de la periferia española, incluida Vigo, en obras de género negro. De ahí que unieran sus puntos comunes para realizar el trabajo que presentarán en la sesión de mañana.
Su estudio es un recorrido histórico y también físico por los distintos barrios de la ciudad a través de las novelas negras de Manuel Forcadela y Domingo Villar, así como de varias obras de María Xosé Queizán, Xosé Luís Méndez Ferrín, Pedro Feijóo o María Reimóndez. Entre las películas elegidas figuran "Heroína" y "Los lunes al sol".
En esta última, incluso cuando se muestra la imagen amable de la Ría mientras los protagonistas están en el barco -una de las secuencias más conocidas del filme- el paisaje construido "es totalmente opuesto". "Viven en un barrio deprimido, con casas sin suministro eléctrico y locales desiertos", añade.
Y no es necesario mencionar su nombre, Vigo es fácilmente identificable cuando se habla de los Vitrasa o el estadio de fútbol en "O club da calceta" y ya desde el mismo título en el caso de "Panificadora" de Cid Cabido.
"En todas las obras que hemos seleccionado Vigo es perfectamente reconocible. No se alejan de la realidad y el escenario se identifica aunque la historia sea ficticia", destaca Diz.
