La Federación de Asociacións Veciñais Eduardo Chao (Favec) lanza un servicio para informar sobre las consecuencias de la anulación del PXOM de 2008, "tumbado" a finales del año pasado por una sentencia del Supremo. La presidenta del colectivo, María Pérez, explicó ayer que a lo largo de los últimos meses la federación ha recibido "muchas" consultas relacionadas con licencias de construcción, células de habitabilidad, cobro del IBI o valoración de terrenos. "Queremos informar a la gente", anotó Pérez, quien avanzó que la Favec también organizará charlas en las parroquias. El punto de información cuenta con un asesor legal y se ubica en las instalaciones de la federación, en Praza da Princesa. Su horario es de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.30 horas.

Pérez también insistió en que los colectivos vecinales "queremos participar en la redacción del nuevo" Plan Xeral y denunció la "exclusión" que -afirma- están padeciendo asociaciones de Vigo. La presidenta de la Favec recuerda que la anulación del PXOM ocasionó un "perjuicio muy grande" a familias de la ciudad -"hay gente que ha gastado dinero en proyectos de construcción o pedido hipotecas", apostilla- y no descarta presentar una reclamación colectiva. En su opinión, "hay que hacer un nuevo plan", ya que la sentencia del Supremo fue "clara".

A la presentación del servicio de información acudió también el presidente de la Asociación de Vecinos de Matamá, Santiago Ardazabal; y el de las familias de esa parroquia afectados por la ampliación del polígono de Balaídos, José Ángel de Anta. Este último lamentó que las Administraciones plantean hacer una "ampliación chapucera" del polígono, que afectaría -según concretó- a unos 50.000 m2 y cerca de una veintena de viviendas. El representante de las familias afectadas argumentó que dentro de la propia factoría de Citroën se dispone de una extensión similar que se podría aprovechar para el mismo fin o también recurrir a la Plisan y establecer allí una pista de pruebas. De Anta critica que el planteamiento actual no se corresponde con el "inicial", que -asegura- abarcaba 500.000 metros cuadrados y la reubicación de unas 70 familias.

Ardazabal critica así mismo las condiciones que soportan las viviendas más próximas al polígono, con "olores muy fuertes" e "impregnaciones de pintura" que llega a manchar los coches del barrio.