El sistema de transporte metropolitano de la Xunta, que permite a los usuarios beneficiarse de descuentos de hasta un 50% en el transporte interurbano del Área (buses y servicio de ría), está operativo desde el 28 de abril de 2015 sin la participación de Vigo, el ayuntamiento nuclear al ser origen y destino de la inmensa mayoría de los desplazamientos. De los 14 concellos funciona en doce, ya que Gondomar también se quedó fuera. Desde su puesta en marcha se desplazan con la Tarjeta Metropolitana (TMG) 30.000 usuarios, según los datos de la Consellería de Infraestructuras. De los 1,8 millones de desplazamientos realizados hasta diciembre, el 60% (1,1 millones) se realizaron con la TMG como medio de pago.
Caballero rechazó entrar en el sistema por no fijarse en el convenio con la Xunta un tope a la cantidad que abonaría el Concello. Vigo pagaría una parte de los transbordos de los usuarios metropolitanos en el Vitrasa, y según los datos del Concello su gasto se dispararía al elevarse considerablemente el número de viajeros con los descuentos. Tras la cumbre del pasado miércoles entre los alcaldes y la Xunta, Caballero aceptó replantearse su ingreso estudiando los costes y condiciones. Sería un plan "transitorio" hasta que funcione el Área, momento en el que los alcaldes harían uno definitivo y el futuro comité de coordinación examinaría las propuestas de mejora en rutas, frecuencias y paradas de los buses interurbanos en Vigo.
La Xunta, con el plan actual, pagaría 86 céntimos de cada transbordo en Vitrasa, y el Concello aportaría la cantidad restante hasta completar el precio del billete ordinario, que ahora cuesta 1,32. Caballero justifica que, sin un límite, el gasto municipal llegaría a cifras astronómicas.
Muchos de los alcaldes se muestran críticos con el sistema de la Xunta, ya que los concellos aportan un 20% del coste, proporción que consideran demasiado gravosa. A ello añaden que la penetración de las líneas interurbanas en la ciudad es deficiente, y sin la participación de Vigo en el plan es inviable mejorarla.
Caballero se ha mostrado receptivo en los últimos meses a las demandas de sus homólogos, que mayoritariamente le han apoyado en sus planteamientos sobre el Área pero piden una implicación de la ciudad a fondo en el transporte. Como señal de que participará de lleno, se comprometió a que, una vez esté pactada la ley, en dos meses quedará consensuado el plan provisional tomando como base el de la Xunta. De esta forma ya existiría un proyecto de transporte global en el periodo hasta que el organismo esté en marcha.
El Gobierno gallego aporta ahora dos millones anuales al transporte metropolitano, cifra que se elevaría si entrasen los transbordos. Caballero defiende que son los municipios los que deben decidir el plan. Con este nuevo clima en el que se han acercado notablemente las posturas, el consenso está próximo. Según el regidor vigués "está al borde de cerrarse el acuerdo".
