Los efectos de la apertura de un nuevo hospital, tres meses después de la puesta en marcha de sus quirófanos, apenas se perciben en las listas de espera del área sanitaria, según los datos ofrecidos ayer por el Servicio Galego de Saúde. En comparación con los del año anterior, al cierre de 2015, el Chuvi incorpora 357 cirugías pendientes, hasta los 7.357, que esperan cuatro días más de media. Una demora de 99 jornadas que supera en 20 a la media de la red pública gallega. La Dirección del complejo resalta que la repercusión de este proceso "ha sido menor de lo que cabría esperar" y agradece el "enorme compromiso y esfuerzo" del personal para lograrlo.

El Álvaro Cunqueiro estrenó sus quirófanos el 22 de septiembre y se preveía que, a principios de octubre, estuvieran a pleno rendimiento. Sin embargo, se toparon con problemas en el circuito de esterilización y la disposición de personal de Enfermería, entre otros, y hoy aún no lo están. Se programan 16 o 17 al día de los 20 disponibles y el Sergas espera que estén al 100% en "las próximas semanas".

Aún así, en 2015, el Chuvi casi logró igualar el número de cirugías programadas a las del año anterior -26.796 frente a 26.821-. ¿Cómo? Gracias al plan de refuerzo de los quirófanos que se puso en macha meses antes del traslado, según sostuvo ayer el director de Procesos Asistenciales del área, Julio García Comesaña. Desde el mes de febrero, la actividad quirúrgica en el Chuvi fue superior a la de los dos ejercicios anteriores y la diferencia llegó a su máximo en el mes de junio -entre un 15 y un 20% más-. Empezó a caer en julio y en agosto, durante el traslado, aún estaba por encima de las cifras de 2014. Desde entonces, la actividad ha sido inferior y solo recuperó la normalidad en noviembre. La Dirección asegura que en enero ha vuelto a estar por encima.

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Además, asevera que están al máximo de su capacidad los 12 quirófanos del Meixoeiro, dedicados a cirugía sin ingreso o de corta estancia. Esta modalidad acapara ya dos tercios de la actividad quirúrgica del Chuvi -16.979 intervenciones, un 30% más que en 2011-. Mientras se mantienen las programadas, las operaciones urgentes se han desplomado en un millar.

En el conjunto del área sanitaria, son 11.742 los pacientes que están a la espera de entrar en quirófano, un centenar más que hace un año. El 37% lo hacen en Povisa, que reduce sus cirugías pendientes en algo más de 200 -hasta 4.388-. También rebaja la demora media. Lo hace en más de un mes, pero su punto de partida era tan elevado que aún está en 139 días.

El Chuvi interviene a los pacientes más graves -prioridad 1- en el plazo comprometido por la Xunta -28 días-, pero empeora en más de un día registra el peor tiempo de Galicia, que tiene 19 jornadas de media. Tarda 26 días, casi una semana más que el segundo -A Coruña, con 19,4- y Povisa -19,3-. En la atención a los graves, la situación es aún peor. La dilata 9 jornadas más, hasta las 69, alejándose del objetivo marcado en 30 días y posicionándose a casi dos semanas de la media gallega.

Los pacientes que aguardan más de un año para entrar en un quirófano del Chuvi vuelven a dispararse. Son un 125% más y rozan el centenar. En cambio, en el hospital concertado, este grupo descendió considerablemente, de 392 a 33.

Los ingresos bajan

La menor actividad de los quirófanos del Cunqueiro desde septiembre y el impulso de los ambulatorios del Meixoeiro, parecen explicar la bajada en el número de ingresos de un 1,7%. A pesar de ello, Beade mantiene su ocupación "rozando un porcentaje alto" -estableciendo el 100% en sus 845 camas operativas- y echando mano de la "flexibilidad" de sus habitaciones individuales para desdoblarlas y adaptarse a la demanda. Ahora hay 19 y otras 11 preparadas. En cuanto a la agilidad con la que dan esta respuesta, García Comesaña defiende que ha sido "razonablemente buena, pero todo se puede mejorar".